"Lázaro", una historia teatral de gente buscándose la vida de amo en amo

  • Juan Ayala y Miguel Oyarzun han fragmentado hasta la "deconstrucción" al Lazarillo de Tormes para contar a través de este clásico de la literatura la historia de "gente buscándose la vida de amo en amo, como siempre", una propuesta "participativa" que estrena el miércoles el Teatro Español.

Madrid, 5 dic.- Juan Ayala y Miguel Oyarzun han fragmentado hasta la "deconstrucción" al Lazarillo de Tormes para contar a través de este clásico de la literatura la historia de "gente buscándose la vida de amo en amo, como siempre", una propuesta "participativa" que estrena el miércoles el Teatro Español.

Oyarzun, autor, junto a Ayala, de la dramaturgia y uno de los tres intérpretes, se fue a vivir hace seis años a Londres, se llevó, "por casualidad", "El Lazarillo", y vio que "ahí" había "una obra de teatro brutal", según han explicado hoy en un encuentro con la prensa.

Ayala, director del montaje, tenía "desde hace años en mente" hacer una adaptación, se encontró con Oyarzun y la productora, Isla Aguilar, y empezaron a trabajar en la obra pero con un proceso aún bastante inusual en España: el de creación colectiva, incluidas varias "scratch night".

Se trata, han detallado, de poner en escena la obra mientras "aún se está creando" y viendo "cómo respira" el público transformar "lo que no funciona", es decir, lo que no se comprende, para convertirlo en accesible, aunque no se trate "de complacer al espectador sino de hallar lo que vale y lo que no".

"El público se siente creador porque participa del proceso y hace que el teatro sea lo que ha de ser: un evento vivo, lleno de fragilidad y frescura", precisan.

La obra, que respeta en un 80%, aproximadamente, la trama del clásico, es "una versión por libre", con el texto "roto por completo" en la cronología, aunque todo "muy reconocible".

Ha habido, dicen, "mucho trabajo de improvisación colectiva, probando cosas e ideas constantemente hasta prácticamente su estreno, en el pasado Festival de Almagro, e incluso ahora "en cada ensayo" introducen "algún matiz".

Al pícaro lo interpretan tanto Oyarzun como Daniel Gallardo y Miguel Pérez-Muñoz, incorporando cada uno "una mirada diferente, desde el gitano al árabe pasando por el chaval de barrio".

"Se hace un personaje más grande porque es una suma de retratos", un Lázaro, señalan, con una clara referencia bíblica ya que es "siempre está de morir y siempre resucita".

En "Lázaro. La vida del lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades", han querido, además, que haya "mucho trabajo de imaginación por parte del público, no dárselo todo mascado", con muy pocos elementos escenográficos y sólo apuntes de figuración.

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