Madrid, 18 jun.- Los rincones recónditos, los monumentos emblemáticos, las oficinas, los rostros anónimos, las siluetas y las sombras; la agitada rutina de la capital queda retratada a través de fotografías en la exposición "Madrid 24H. Un día en la vida de Madrid", que se ha presentado hoy en el CentroCentro Cibeles.
Un total de 24 imágenes, una por cada hora del día, han sido las seleccionadas para participar en esta muestra, a partir de un concurso incluido dentro de las actividades de PhotoEspaña 2014, para el cual se han recibido más de 3.000 fotos, como ha indicado en una rueda de prensa la directora del festival, Claude Bussac.
"La fotografía es arte, pero también tecnología y ciudadanía", indica Bussac, quien afirma que el objetivo de esta primera edición del concurso, organizado por Samsung, ha sido crear una iniciativa "participativa" en la que cupieran todos los aficionados de esta disciplina.
Y hacerlo, además, trazando una panorámica de Madrid, "la urbana y la humana", a pesar de que esto se antoje una tarea tan complicada como "meter en un vaso todo el agua del océano", añade el delegado de las Artes, Deporte y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Corral.
Más allá de los "grandes edificios y parques", defiende Corral, destacan las gentes de la ciudad, que son quienes aportan la "singularidad" característica de sus calles, aunque en ocasiones, bromea, estos últimos "no sean tan fotogénicos como Madrid".
A las imágenes, que se exhibirán a través de unos monitores, se le suman un conjunto de fotografías captadas por cinco blogueros, invitados para aportar su visión propia de la capital.
En la inauguración también se ha reconocido el trabajo de tres de los participantes; Daniel Medina, Borja Barrera y Sara Murgia han recibido, respectivamente, los galardones a la mejor fotografía, el premio del público y el de mejor fotografía hecha con móvil.
En declaraciones a Efe, Barrera explica que ha elegido los negros, azules y rojos del andén de la estación de Atocha como su lugar "representativo" de la vida madrileña, a una hora -las dos de la madrugada- en la que la estación se queda desierta, ofreciendo un escenario idóneo para su trabajo con la luz.
Las fotografías que no han sido incluidas entre las 24 seleccionadas podrán contemplarse también en la exposición, a través de unas tabletas dispuestas para tal fin.
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