Valladolid.- Jesús Maeso de la Torre se ha servido del histórico personaje de Cristina de Noruega, "la princesa de las brumas", de piel blanca, pelo rubio y ojos zarcos al decir de las crónicas, como hilván de su última novela, "La cúpula del mundo", donde reivindica la figura de Alfonso X El Sabio (1221-1284).
"Fue un rey sencillamente excepcional, un estratega extraordinario durante la Reconquista, un político excepcional que vislumbró en el Atlántico y en África los destinos de España, y representó una cumbre brillante de la cultura medieval" en Occidente, según ha explicado hoy a Efe el escritor andaluz.
Tan sólo acumuló "un fracaso" en su vida: el de tratar de acceder al trono del Sacro Romano Imperio Germánico, imbuido de una corriente que le asignaba para esa misión y que, al parecer, emanaba de una hermandad radicada en Italia, denominada 'Cupula Mundi', y del que toma el título este relato, editado por Grijalbo y que el pasado enero ganó el II Premio Caja Granada de Novela Histórica.
El Vaticano obstaculizó esa pretensión que Alfonso X El Sabio trenzó a partir de alianzas como el matrimonio de su hermano Felipe de Castilla con la princesa Cristina, hija del monarca Haakon de Noruega y que, tras su muerte en Sevilla, fue enterrada en la Colegiata de Covarrubias (Burgos), de donde fue abad su esposo.
En tierras burgalesas se topó Maeso con esta historia cuando, al recorrer durante una visita turística las calles de Covarrubias, observó a un grupo de noruegos con estandartes y banderas del país nórdico.
"Me quedé perplejo, asombrado y no pude por menos de seguirlos hasta la Colegiata, donde el sacerdote me explicó que homenajeaban a la princesa Cristina", cuyos restos descansan en un ataúd de piedra depositado en el claustro y adornado con banderas de Noruega y de España.
Al parecer, a finales de los años cincuenta del siglo XX, la curiosidad de un párroco desembocó en la identificación del cuerpo de la princesa, en buen estado de conservación y que al ser exhumado se halló a su lado un poema redactado en castellano antiguo y la receta de un médico, "y ahí me encontré con el argumento que escribí hace dos años", ha desvelado Jesús Maeso (Úbeda -Jaén-, 1949).
Radicado en Cádiz, este docente e historiador, enhebró un relato a partir de la embajada castellana que a lo largo de dos años se desplazó a Noruega, a mediados del siglo XIII, en busca de la hija de Haakon, y de cuya delegación formó parte el médico Beltrán Sina, quien trabó una gran amistad con la princesa.
En medio queda un relato, que además de reivindicar al "denostado" monarca Alfonso X El Sabio, y de divulgar la importancia y el conocimiento de la alta Edad Media, "una época prácticamente inédita, desconocida", pretende "emocionar, entretener y enseñar a través del misterio y la aventura".
"Quiero que el lector se sienta orgulloso de la historia de su país y que a la vez se emocione y disfrute con una novela", ha añadido este escritor especializado en el género histórico con títulos como "El Papa Luna" (2002), "Tartessos" (2003), "EL auriga de Hispania" (2004) y "La profecía del Corán" (2008).
Desde su experiencia como docente, tanto en la etapa básica como en la universitaria, Maeso ha observado el "destierro" de materias como la historia y la literatura, fruto de una "educación deleznable" propiciadas por las "últimas políticas educativas".
"Hemos desterrado la maravillosa historia de España", ha reflexionado antes de apostar por la novela como una fuente posible de conocimiento e interés para subsanar lo que considera una laguna cultural que han padecido varias generaciones de estudiantes.
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