Manuel Bragado defiende una literatura infantil y juvenil "sin temas vetados"

  • Santiago de Compostela.- El presidente de la Asociación Galega de Editores (AGE), Manuel Bragado, define la literatura infantil y juvenil como un género en el que no hay temas "vetados", sino "formas más adecuadas" de contar historias a sus lectores.

Santiago de Compostela.- El presidente de la Asociación Galega de Editores (AGE), Manuel Bragado, define la literatura infantil y juvenil como un género en el que no hay temas "vetados", sino "formas más adecuadas" de contar historias a sus lectores.

"No hay temas que estén vetados para ser abordados en la literatura infantil y juvenil, sino que habrá enfoques y formas más adecuadas para abordar cada uno de ellos", asegura en una entrevista a Efe.

Considera de "gran importancia" la producción de este tipo de literatura en el conjunto de la edición en lengua gallega, pues el 15 por ciento de la recaudación de las editoriales de la comunidad autónoma en 2008 procedió de libros infantiles y juveniles escritos en gallego y los autores producen en gallego una media anual de 200 nuevos títulos de este género.

Por ello, sostiene Bragado, el sector de la literatura infantil y juvenil en lengua gallega es "estratégico", y agrega que también lo es para potenciar desde las edades más tempranas el gusto por la lectura, así como para formar a futuros lectores "críticos", especialmente en una era marcada por la difusión de las nuevas tecnologías.

"En el marco de los soportes digitales, sobre todo, necesitamos cada vez de un lector mejor formado, más crítico, más experto, que sepa valorar en Internet que la información más adecuada no es la primera que aparece en la lista de Google", asevera el representante de AGE, cuya asociación participa esta semana en un congreso de literatura infantil y juvenil en Santiago de Compostela.

Para lograr una sociedad con opinión mediante la lectura, el presidente de AGE reivindica el papel de los centros escolares y de los docentes, y dice que el sistema educativo, como "institución formal", "debe privilegiar" y "dar la importancia que se merece" a la literatura.

Reconoce que la vinculación de la literatura infantil y juvenil con el mundo educativo hace que la sociedad tienda a "minusvalorar" a autores y obras, y, en este contexto, afirma que es un "género decisivo", que, si tiene "cualidades", "no puede ser ajeno a los adultos".

Bragado opina que las bibliotecas se convertirán en "la institución del futuro", porque, en su opinión, es la "institución pública para fomentar la lectura en la sociedad local", y subraya el papel "intergeneracional" de las mismas.

De los mayores condicionamientos para la venta de libros de literatura infantil y juvenil, se remite a la "dimensión" reducida de los lectores, si bien matiza que las editoriales imprimen unos 2.000 ejemplares de una obra de este género en gallego, frente a los 1.000 de las novelas de ficción para adultos -también en lengua gallega-.

Para hacer frente a los costes elevados de fabricación de algunos libros, las editoriales recurren a la "magnífica receta" de concertar traducciones con otras empresas, que, además, es un recurso para "proyectarse en el exterior", subraya el miembro de la AGE.

Prefiere usar el término 'textualidad electrónica' para referirse a la posibilidad de digitalización de los libros y admite que las editoriales gallegas, al igual que las de otros entornos, están "desconcertadas" ante el "cambio de modelo y de paradigma" que se avecina con los libros digitales.

"Estamos desconcertados, como todos. Los editores gallegos ni estamos ni más adelante ni mucho más atrás que el resto de editores de nuestro entorno. Estamos participando en ese debate internacional", asegura Bragado.

Confiesa que el gremio asiste con "perplejidad" al proceso de "tránsito" de un soporte establecido durante cinco siglos, el del libro impreso, a un soporte que "se modifica de forma vertiginosa", el electrónico, y por eso concluye: "somos editores de nuestro tiempo".

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