Manuel Rivas insta a desenmascarar el "capitalismo delictivo"

  • Manuel Rivas aúna su vocación de escritor con la de activista cívico y por ello al presentar su último libro, "Las voces bajas", se muestra preocupado ante el hecho de que en el banquillo de los acusados del juicio por el petrolero "Prestige" falten "los verdaderos responsables" de aquella catástrofe.

Mercedes Bermejo

Madrid, 18 oct.- Manuel Rivas aúna su vocación de escritor con la de activista cívico y por ello al presentar su último libro, "Las voces bajas", se muestra preocupado ante el hecho de que en el banquillo de los acusados del juicio por el petrolero "Prestige" falten "los verdaderos responsables" de aquella catástrofe.

Este juicio, dijo el autor a Efe, es "la segunda parte de lo mal que se hicieron las cosas" hace una década y reclamó la necesidad de "desenmascarar el capitalismo delictivo".

Rivas fue uno de los principales activistas del Movimiento "Nunca Mais", que aglutino la indignación de los gallegos tras el accidente, y esta semana se ha congregado junto a miembros de esa plataforma en las puertas de la sala donde se desarrolla el juicio en A Coruña.

Cargado de indignación y tras denunciar la "situación de inseguridad" que generan procesos como el del Prestige, Rivas viajó hoy a Madrid para presentar "Las voces bajas" (Alfaguara), una obra impregnada de poesía en la que desgrana su infancia y juventud de la mano de su hermana María.

Para el escritor ha sido como "escribir el primer y el último libro", en el que se recoge la memoria de la infancia e incluso del "antes de nacer", la memoria "individual y la colectiva", la de los animales y la de los seres con ánima.

Y es que la narración se convierte también en la historia de varias generaciones de vidas corrientes pero "homéricas". Integra a los padres, en especial a la madre, a los tíos, a los abuelos, a los amigos, a los profesores y a todos aquellos que poblaron el paisaje de su Galicia natal del que hoy no queda ninguna huella.

El relato aborda desde la época en la que aprendía sílabas en un parvulario sentado un una maleta (la que llevó su padre cuando emigró a América) hasta su ingreso en el primer instituto mixto de Galicia y su trabajo de meritorio en un periódico de Galicia cuando no tenía claro si quería ser periodista pero sí que quería ser escritor.

Reconoce que descubrió la literatura por boca de su madre, quien creía en el poder de los libros y en cuyos relatos se mezclaban "la ironía y el dolor", que el escritor considera esencial en cualquier obra que "nos marca".

El miedo que sintieron su hermana María y el autor cuando vieron pasar por la ventana de su casa unos cabezudos representando a los Reyes Católicos es una de las primeras imágenes que recuerda Rivas y que le ha dado pie a investigar sobre este sentimiento que impregna otros muchos de sus cuentos.

En "Las voces bajas" Rivas camina de la mano de su hermana María, "esa muchacha anarquista que siempre abría camino" y a la que define como una persona extremadamente sensible. A ella brinda esta obra a modo de homenaje tras su muerte prematura.

En esta obra intimista el poeta también ha visitado mundos que no vivió y, como ya ocurriera en "El lápiz del carpintero" y "La lengua de las mariposas", aparece el zarpazo de la guerra civil.

"Los dos abuelos sintieron cerca las garras de la cacería humana que se desató con el triunfo del golpe fascista, en el verano de 1936, en Galicia. Uno estuvo a las puertas de la muerte y otro anduvo un tiempo, junto algunos compañeros, huido en el monte", recuerda en el texto.

Una guerra sobre la que cree no se ha escrito suficiente, tan solo "unos pocos surcos", y en el caso de la literatura dedicada a la contienda considera que se trata de nuestra "auténtica serie negra".

Manuel Rivas siente fascinación por la precisión de la palabra y el lenguaje, y con ellos experimenta en cualquiera de los géneros que cultiva el poema, el cuento o la novela.

Una obra que le ha reportado premios tan importantes como el Nacional de Narrativa y de la Crítica.

Y su mirada crítica le hace pronunciarse también sobre los comicios electorales que se celebrarán el próximo domingo en Galicia y aventura "sorpresas", cree que va a haber "más disputa" de la que parece debido a la movilización de los jóvenes y a una menor abstención.

Incluso, en un futuro escenario tras el 21 de octubre, Rivas defiende la viabilidad de un pacto entre las formaciones de izquierda.

Por último, Rivas pide a los gobernantes que no "exarceben" los conflictos, en relación a la polémica por las declaraciones del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, sobre Cataluña y las atribuye a los periodos electorales: "Necesita salir en las encuestas", concluye.

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