Marcó, cantó y lloró: Rogerio Ceni se despide del fútbol en una fiesta con 60.000 hinchas

  • Fuegos artificiales, colores en el gramado y casi 60.000 hinchas cantando entre la euforia y la pena a un mito que se va: así despidió el Sao Paulo a Rogério Ceni, el portero más goleador de la historia, que salió este viernes del Morumbi ya como exfutbolista, pero convertido en leyenda.

Hace 25 años, 1.237 partidos y 131 goles anotados que aquel adolescente espigado que venía del árido centro de Brasil aterrizó en el Sao Paulo. Ahora con 42, Ceni abandona el fútbol con una hoja de servicios que no tiene precedentes en este deporte y que su hinchada celebró en una noche de fiesta con muchos ojos vidriosos.

"Soy del Sao Paulo desde que nací y he venido para despedir a nuestro mayor ídolo. Él se identificó con el equipo en tiempos en que la mayoría juega por dinero y por fama. Ceni es el último jugador de la historia que luchó por una camisa, ya no quedan románticos", afirmó a la AFP Thiago Eliseu, un psicólogo de 33 años que buscaba apresurado su puerta de entrada antes del partido.

En esta noche primaveral, se despedía el carácter, los guantes y las botas de los últimos 25 años del Sao Paulo, una cita marcada en rojo por los hinchas que viven este club como una religión cuyo único mesías es Rogerio.

Tantas veces postergada como temida, la retirada del mito ya no tenía vuelta atrás y nadie se la quería perder.

Horas antes de comenzar la fiesta, los aledaños del Morumbi ya estaban tomados por una marea de camisas 'tricolores' que ahogaba a los autos que trataban de sobrevivir a la hora punta de la mayor ciudad de Sudamérica.

Entre el olor a carne frita, los cánticos de los hinchas y los petardos que anunciaron la llegada del M1TO, como le llaman los aficionados, Herminio Augusto caminaba luciendo orgulloso su camisa conmemorativa de los 100 tantos del arquero más goleador de la historia.

"Rogério fue el Pelé del arco, un futbolista muy especial y que vamos a echar mucho en falta. Quizás no fue el mejor jugador de la historia, pero ha sido único", afirmó este comerciante de 41 años que tiene una colección de más 50 camisas del Sao Paulo, 20 de ellas de Ceni.

Pero si el Morumbi sacó el traje de gala para la ocasión, la historia del Sao Paulo se visitó de corto y gran parte de los jugadores que hicieron al 'tricolor' campeón del mundo de clubes y de la Copa Libertadores en 1992, 1993 y 2005 -las dos últimas con la presencia de Ceni- saltaron al gramado para disputar un amistoso por y para el M1TO.

Con las marcas del tiempo apretando unas camisas que ya no lucían tan holgadas como hace 20 años y la devoción de una hinchada que coreó cada nombre como si hoy fuera 1992, antiguas glorias del club como Raí o Cafú, Zetti -el predecesor e ídolo de Ceni- o Ronaldao regresaron como héroes al gramado del Morumbi para enfrentarse a los campeones de 2005.

Del otro lado esperaban, entre los más de 30 excampeones que se reunieron, Aloísio, Mineiro o Lugano, piezas fundamentales de aquel equipo con el que Ceni logró uno de sus sueños: volver a conquistar la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, que ya había ganado como un joven portero suplente de apenas 20 años, pero que pudo revalidar convertido en el protagonista y capitán que levantó el trofeo.

El '01' del Sao Paulo, que ya nadie volverá a vestir, custodió el arco, marcó un gol y hasta cantó con la guitarra al hombro junto a la banda de rock que amenizó esta velada que el Sao Paulo diseñó a las especiales medidas de su jugador más fiel, y que no pasó por alto los gustos de este fan confeso de ACDC.

No hubo megafonía suficiente, sin embargo, para tapar las voces de una hinchada que puso el alma para cantar por última vez: "Todos tienen portero, sólo nosotros tenemos a Rogério. Portero matador".

Y como los poetas románticos, Ceni respondió con una de esas declaraciones de amor eterno que sólo caben en las leyendas.

"Mi última petición es, tal vez, la más difícil. Quiero pedir a mis familiares que cuando muera, permitan que mi cuerpo sea quemado y las cenizas lanzadas en el gramado, para que recuerde siempre todo lo que ocurrió aquí", confesó emocionado en su discurso final desde el centro del campo.

Pase lo que pase, Ceni se queda en el Morumbi.

rs/yow

Mostrar comentarios