María León: "Me dedico a esta profesión porque me encanta jugar, como a los niños chicos"

  • La actriz María Léon se alzó anoche con la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián con la película 'La voz dormida'. Es el primer trabajo cinematográfico de la hermana del famoso cómico Paco León. Su siguente reto: el Goya.
María León y Antonis Kafetzopoulos, Concha de Plata de interpretación
María León y Antonis Kafetzopoulos, Concha de Plata de interpretación
Agencia Efe
Fernando de Luis-Orueta (San Sebastián)

Esto es lo que se llama llegar y besar el santo. En su debut en la gran pantalla, María León (Sevilla, 1984) ha ganado la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de Cine de San Sebastián con la película La voz dormida, dirigida por Benito Zambrano. En ella da vida a Pepita, la hermana naíf y pueblerina de una comunista condenada a muerte en los primeros momentos de la posguerra española.

Tu personaje es la luz en medio de la tragedia. ¿Cómo lo has afrontado?

Dándole tosa la pureza y el corazón del mundo y tratando de recuperar toda la generosidad de Pepita. Me planteé que tenía que cogerlo desde la inocencia absoluta y las ganas de vivir de una chica joven, de enamorarse, de luchar.

Tu tienes una vis cómica muy fuerte, que es lo que hasta ahora todo el mundo conocía gracias a la televisión, y sin embargo el tono de la película es muy dramático.

La comedia tiene un tempo distinto mientras el drama requiere un trabajo más interior para contar las cosas que pasan por dentro con sólo una mirada, o con un grito, o... Yo he querido vivirlo de verdad: de eso se trata esta profesión, es un juego absoluto, por eso me dedico a ella, porque me encanta jugar como a los niños chicos.

¿Pero no has aprovechado algo de tu recorrido como actriz cómica para el personaje de La voz dormida? Porque muchas veces tus intervenciones resultan divertidas...

Cuando me dicen lo de la comedia, yo insisto en que en absoluto se ha buscado comedia. En ningún momento ha sido así. Pepita saca esa sonrisa a la gente porque tiene una inocencia tremenda. Es como cuando los niños en una situación difícil, como ellos no tienen ningún filtro, dicen las cosas como son. A veces incluso te ponen en un compromiso. Y es lo que pasa con Pepita, que al espectador le hace gracia que se digan verdades tan gordas en situaciones tan complicadas. Pero es algo que ha surgido solo, no se ha buscado en ningún momento. Es más, si me llegan a decir en el rodaje que causa risa, me hubiera tirado por un derrotero totalmente diferente.

¿En algún momento el equipo de la película ha tenido miedo de la reacción del público ante "otra película de la Guerra Civil"?

Por parte del equipo lo que ha habido es mucho compromiso, miedo poco. Ha habido mucha entrega por hacer sonar estas voces. No sólo las voces de las mujeres que tenían unos ideales sino las que, sin tenerlos, tuvieron que luchar por sobrevivir.

¿Te toca de cerca este tema? ¿Has tenido familiares víctimas?

Bueno, nos toca a todos. En mi caso, mi bisabuelo, que era maestro de escuela, lo fusilaron. Pero a todos nos toca. Por un lado o por otro nos toca. Es la historia de España, todos lo vivieron. Todos. Los vencedores y los vencidos. Vivieron una época muy complicada y muy difícil. Y no hace tanto, eh. Son dos generaciones. No hace tanto.

¿Cómo fue el proceso para que te dieran el papel protagonista, cuando todavía eras una actriz muy poco conocida?

¡Uy! Es un proceso muy largo... Hice un casting el día que cumplía 24 años, no se me olvidará en la vida. Yo fui a la prueba porque esperaba trabajar con Benito Zambrano, pero estaba detrás de la cámara, así que nada. Para mi sorpresa, luego me dijeron que había ido bien y que me volverían a llamar. Pero se paró el proyecto durante un año. Después de ese tiempo, estuvimos como otro mes de castings, como ocho horas diarias, trabajando Pepitas con Pepitas, Hortensias con Pepitas... Hacíamos improvisaciones, jugábamos juntos... Era como una guardería.

Te has trabajado tanto el personaje que lo haces con acento de Córdoba y no de Sevilla.

Benito insistió muchísimo en este tema. Peor era muy complicado porque no es lo mismo hacer de un pueblo que de otro de al lado. Y yo testaba haciendo de un pueblo de al lado. Y no sólo eso, tenía que tener un acento como el de Inma Cuesta, que interpreta a mi hermana. Pero la conexión que tuvimos entre nosotras hizo que fuera todo muy rápido y nos contagiamos también el acento. ¡Una cosa alucinante! Al final no sé si son muy cordobeses, pero sí muy parecidos entre ellas, que era lo más importante.

Pero con Inma Cuesta a penas coincidiste en el rodaje y sin embargo sois hermanas desde el minuto cero...

Sólo rodamos juntas dos días... Pero fíjate, cuando nos probaron juntas en los casting, lo primero que hizo Inma fue peinarme como si fuera una hermana mayor. Y ahí empezamos la relación, la de los personajes y la nuestra. Yo tengo puesto en el móvil: "Hermana".

Pues es inevitable preguntar por tu hermano de verdad, Paco León, que hacía de mujer en Homo Zapping. Y ahora te vemos a ti en esta película y lo primero que viene a la cabeza es "¡Son iguales!".

Sí, sí, soy un clon de mi hermano. Me lleva diez años, pero físicamente somos iguales salvo por el pelo. Me parezco muchísimo a Paco, muchísimo.

¿También de carácter y todo?

No, eso no. Yo soy más extrovertida, Paco es más tímido. Él es más listo... Para mí es una suerte porque para mí es un referente en todo y para todo.

¿Fue él quién te llevó a dedicarte al mundo del espectáculo?

Sí, fue él quien me convenció y quien me dijo que estaba seguro de que yo tenía que hacer esto. ¡Él! Desde que tenía cinco años, lo supo. Me dijo que lo probara "¡por favor!".

¿Cómo te queda de lejos ahora el momento de ir a hacer un casting sin ser nadie?

Sigo sin ser nadie. Me enfrento al trabajo igual. Lo único es que después de esta película siento que tengo el doble de responsabilidad. Pero si no sigo preparándome y haciendo pruebas y luchando, pues seré nadie siempre.

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