Marius Carol reúne la historia y anécdotas de los cócteles más emblemáticos

  • El periodista y escritor Marius Carol recopila la historia y las anécdotas de los cócteles más emblemáticos en su guía "Los cócteles imprescindibles", que ha presentado hoy en la Academia de Coctelería "Dry Martini" de Barcelona, propiedad del barman Javier de las Muelas.

Barcelona, 13 jun.- El periodista y escritor Marius Carol recopila la historia y las anécdotas de los cócteles más emblemáticos en su guía "Los cócteles imprescindibles", que ha presentado hoy en la Academia de Coctelería "Dry Martini" de Barcelona, propiedad del barman Javier de las Muelas.

Carol cuenta la historia de una treintena de cócteles, fruto tanto de su experiencia viajera como de sus numerosas lecturas, y explica sus propias recetas de este tipo de bebida, que el escritor califica de "objeto de culto".

"Hoy, la coctelería es casi una religión que tiene legiones de fieles devotos, por eso son tan importantes los templos, aquellos lugares donde sirven lo cócteles como en ningún otro sitio y que tienen banda sonora propia", afirma Carol en el prólogo de su libro.

La idea del libro partió de la ilustradora del magacín de "La Vanguardia" Susan Aumann, que propuso el proyecto a "SD-edicions", una pequeña editorial dirigida por María Luisa Samaranch, quien fichó posteriormente al periodista para un proyecto de fusión de texto y arte gráfico.

Marius Carol, director del Comunicación del Grupo Godó, ha querido incluir en esta treintena de cócteles el denominado "El beso del Cosaco" y recuerda con nostalgia: "fue el primero que me tomé en Bocaccio, cuando aún era un niñato, que contenía 1/3 de vodka, 1/3 de zumo de limón y 1/3 de blue curaçao y que parecía que entonaba a las chicas".

Sin embargo, este experto asegura que su coctel preferido es el Manhatan, "con whisky canadiense, pero no con bourbon" y recomienda el Cosmopolitan, "famoso por su aparición en la serie 'Sexo en Nueva York" o el Dry Martini, "el cóctel por excelencia".

Carol afirma que Hipócrates elaboró el primer cóctel de la historia en el siglo V antes de Cristo, una pócima elaborada con vino, resina y almendras amargas que, dada su condición de médico, "sería más un reconstituyente que una bebida placentera", recalca.

La pasión de Carol por los cócteles no es nueva, como lo demuestra el hecho de que conserve como objeto-fetiche en su hogar una coctelera en "art deco", procedente de la inauguración del Empire State de Nueva York, regalo de su mujer.

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