Marta Carnicero: Es posible hacer grandes recetas en pequeñas cocinas

  • Cocinar grandes recetas en pequeñas cocinas es posible y ese es el lema del último libro de la ingeniera industrial y asesora gastronómica Marta Carnicero, que sostiene que tener una cocina pequeña "no debe ser sinónimo de comer poco y mal".

Jose Oliva

Barcelona, 31 mar.- Cocinar grandes recetas en pequeñas cocinas es posible y ese es el lema del último libro de la ingeniera industrial y asesora gastronómica Marta Carnicero, que sostiene que tener una cocina pequeña "no debe ser sinónimo de comer poco y mal".

Carnicero asegura en una entrevista a Efe: "El secreto de una cocina con poco espacio es la organización, porque el gran problema de una cocina pequeña no es que te falten utensilios, sino que te falte superficie y, por tanto, debemos optar por recetas sin mucha complicación ni demasiados ingredientes".

Un denominador común de las recetas que propone la autora es que comparten algunos ingredientes frescos básicos como la rúcula, el tomate de ensalada, el aguacate o la berenjena, algo que Carnicero confiesa que es "deliberado", pues se trata de que "partiendo de unos cuantos ingredientes fundamentales, seamos capaces de hacer preparaciones diferentes".

Dando la vuelta al título de su libro, Carnicero proclama que "si sale bien en una cocina pequeña, cómo no saldrá en una grande".

Carnicero, autora con éste de siete libros de cocina, propone en "Grandes recetas para cocinas pequeñas" (Plaza y Janés/Rosa dels Vents) propuestas que "intentan ser sencillas, con pocos ingredientes y sin muchos cacharros; sin muchas complicaciones".

Piensa Carnicero que "a veces la cocina pequeña es más un estado mental, y se trata simplemente de abrir un armario o la nevera y comenzar a cocinar sin dejarnos condicionar por las limitaciones del espacio".

La selección de los platos sigue, como es habitual, los gustos de la autora y en el índice hay "platos sencillos, sanos y deliciosos, sopas, recetas ultrápidas, recetas al horno, platos para llevar en una fiambrera al trabajo, otros con pocos ingredientes, acompañamientos para redondear platos principales, otros de fiesta, cosas pequeñas para comer de un bocado y postres".

La autora propone un "fondo de armario" para la despensa, con ingredientes de larga conservación y recursos que se pueden tener en el congelador: "yo confito un kilo y medio de cebolla, que luego se puede rentabilizar en muchos platos, para comer de forma digna y variada sin tener que recurrir a los precocinados".

La lucha contra el tiempo a la que nos vemos sometidos por el ritmo de vida actual y que se refleja en algunos libros de cocina es "el síntoma de nuestro estrés".

"El problema ya no es que no tengamos tiempo ni para cocinar, sino casi ni para comprar a diario", dice la asesora gastronómica.

El público al que va dirigido su libro es heterogéneo, como ella misma reconoce, pueden ser solteros o gente con familia, cualquiera, porque al final todo el mundo busca lo mismo: "cuando llegas a casa buscas una receta satisfactoria, aquello del bueno, bonito y barato, que estará garantizado si comemos de temporada".

"Me gusta coger ideas y adaptar cosas", subraya Carnicero, que hace unos días probó un pesto de pistacho, que, anuncia, adaptará para el próximo recetario, que todavía no sabe de qué será.

"No todo es creatividad pura y dura, sino de ir por el mundo con los ojos bien abiertos", comenta Carnicero.

Esa apertura de miras es la que ha llevado a la autora a ofrecer en el libro un curioso postre de cuscús con coco, unas magdalenas de pistacho y frambuesas, un flan de calabacín o una ensalada de higos con rúcula, mozzarella y aceite de avellanas.

Mostrar comentarios