Medvédev ordena reapertura solemne del teatro Bolshói en 2011

Moscú.- El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó hoy la reapertura solemne en 2011 del legendario teatro Bolshói, que cerró sus puertas el 1 de julio de 2005 por reformas y cuya reconstrucción ha estado salpicada por numerosos escándalos.

Medvédev señaló que el Bolshói es "patrimonio cultural" del pueblo ruso, por lo que ha encomendado celebrar un acto festivo para conmemorar el evento, según informó el Kremlin en un comunicado.

Un comité organizador será creado con el fin de preparar y organizar el acto oficial de inauguración del edificio, declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad, añade la nota presidencial.

El jefe del Departamento de Construcción e Ingeniería de Moscú, Alexandr Levchenko, explicó que las principales labores de reconstrucción concluirán en breve.

"El trabajo va según los plazos previstos. La fachada la concluiremos a finales de este mes. No hay retrasos, estamos satisfechos con el trabajo de reconstrucción", dijo.

El escudo soviético ha sido retirado de la fachada del teatro, que ahora está adornada con un águila bicéfala, símbolo del imperio zarista y de la Federación Rusa, el Estado heredero de la Unión Soviética.

La reapertura del edificio original del Bolshói, que fue construido hace 185 años, tendrá lugar previsiblemente en octubre del próximo año, coincidiendo con el inicio de la que será su 236 temporada.

Desde el cierre del viejo edificio del teatro los aficionados al ballet y a la ópera tienen que acudir a la sucursal del Bolshói, el Nuevo Escenario, construido junto al viejo edificio.

La reconstrucción del teatro, una de las joyas mundiales del ballet y la ópera que comenzó a funcionar en 1776, se ha visto salpicado por escándalos de corrupción, problemas urbanísticos y conflictos artísticos.

Hace un año la Fiscalía rusa abrió una investigación sobre la presunta malversación de fondos públicos destinados a la reconstrucción del edificio.

La faceta artística del Bolshói tampoco ha estado exenta de polémica, ya que su director musical y de orquesta, Alexandr Vedérnikov, dimitió en julio de 2009 por desavenencias con la administración del teatro y la intromisión de burócratas y funcionarios.