"Memento Mori", el "thriller" de Pérez Gellida que no da pistas al lector

  • Un sociópata narcisista, un inspector de policía y un psicólogo criminalista protagonizan "Memento mori", la primera novela de César Pérez Gellida, que ha tejido un "thriller" con giros inesperados incluso para él mismo, una forma de relato "que no da pistas" al lector para que no pueda soltar el libro.

Madrid, 4 mar.- Un sociópata narcisista, un inspector de policía y un psicólogo criminalista protagonizan "Memento mori", la primera novela de César Pérez Gellida, que ha tejido un "thriller" con giros inesperados incluso para él mismo, una forma de relato "que no da pistas" al lector para que no pueda soltar el libro.

"Memento mori", editada por Suma de Letras, es la primera parte de una trilogía bautizada como "Versos, canciones y trocitos de carne" que, según ha explicado el autor en una entrevista con Efe, tiene "desde su germen" la pretensión de ser llevada al cine y la televisión. El comentarista deportivo y presentador Michael Robinson tiene los derechos audiovisuales.

Ambientada en Valladolid, ciudad natal del autor, la novela comienza con el relato de cómo una mujer vive sus últimos momentos mientras es asfixiada con una bolsa de plástico.

Tras el primer capítulo, la obra retrocede un mes y medio al momento en el que el inspector Ramiro Sancho tiene que investigar la muerte de una joven ecuatoriana también asfixiada y a la que le han cortado los párpados. Unos versos amenazantes se encuentran en la boca de la víctima.

El autor de la poesía y el asesinato es Agusto Ledesma, un sociopóta narcisista influenciado por la música más actual y obras de la literatura universal, y al que Pérez Gellida acerca físicamente al lector al contar también los hechos desde su perspectiva, aunque toda la novela esté escrita en tercera persona.

"Yo quería ofrecer una visión múltiple de los personajes para que fuera el lector el que sacara esas conclusiones. Si lo haces desde tres focos, al final es una versión de 360 grados que ofrece muchas más posibilidades de análisis", explica el autor.

Y es que además del asesino y el inspector se incorpora a la novela un psicólogo criminalista apodado "Carapocha", especialista en el comportamiento de los asesinos en serie.

El múltiple enfoque dota a la novela de un lenguaje muy audiovisual, ha explicado el autor, que trata de escribir "acercando y alejando la cámara para que el lector, en base a la acción que se está desarrollando, pueda estar más cerca".

Pérez Gellida asegura que no escribe con un argumento predeterminado, "no con el argumento clásico donde hay presentación de personajes, del crimen, la investigación y el desenlace".

"Tengo una historia en la cabeza y la voy desarrollando conforme se me va ocurriendo. Manda más la historia y esto lo que hace es que los giros que hay en la novela no los tenga predefinidos", indica el autor, que considera este método "una forma de engañar al lector sin que se de cuenta. El no dejar pistas, hace que provoque que el libro sea adictivo".

Así, tras escribir una jornada, "al día siguiente retomo el argumento donde lo dejé, sin pensar qué es lo que va a pasar".

En la novela, la música y la poesía son parte del ADN de Augusto Ledesma, este sociópata que se expresa a través de ellas, indica el autor.

"Hay que tener en cuenta que los sociópatas tienen una deficiencia básica que es la imposibilidad de empatizar con las personas y ésta es la forma de comunicarse que yo he encontrado para que el lector pueda entender cómo siente".

El autor escogió Valladolid porque, además de ser de allí, es una ciudad con "espacios muy dados para desarrollar la novela negra, zonas oscuras que no son conocidas de la ciudad y que tienen ese hálito de misterio".

Pero es solo el escenario de esta primera parte de la trilogía ya que la segunda, "Dies irae" ( "Día de ira"), estará localizada en varias ciudades de Europa.

En las dos novelas restantes, (la segunda ya está en la editorial y de la tercera ha acabado el primer borrador) permanecen los personajes protagonistas pero otros "lamentablemente se van quedando por el camino, y otros van surgiendo".

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