Mi primera vez, de Internet al teatro

Tras el éxito obtenido en la temporada de 2009, vuelve a Madrid el espectáculo teatral 'Mi primera vez', una adaptación de Gabriel Olivares de una idea original del productor de Broadway Ken Davenport. El montaje, que se estrenó en Estados Unidos en 2007, llevó al teatro algunas de las más de 40.000 historias  recogidas en la web Myfirsttime.com, que a principios de los años 90 ofreció a los internautas la posibilidad de contar su primera vez de forma anónima.

El espectáculo – interpretado por Inma Cuevas, Mar Abascal y Joaquín Abad y Víctor Ullate Roche, que comparte papel con Fran Nortes– se reestrenó el pasado viernes en el Teatro Alfil, donde estará en cartel para las próximas ocho semanas. El tema, esa primera vez que todos compartimos y de la que nunca hablamos, es de esos que están destinados a tener éxito: la misma web Myfirsttime.com cuenta ahora con más de 50.000 historias y un libro publicado hace algunos años, además de un espectáculo teatral. Es decir que es prácticamente imposible que el publico no se suelte en carcajadas, aplausos, que cante e incluso que dialogue con los actores desde el patio de butacas sin enrojecer ni lo más mínimo.

Sin embargo los actores – sobre todo Inma Cuevas y Mar Abascal que brillan en cada pliegue y en cada acento – "se lo curran" y en los 90 minutos de duración del espectáculo consiguen que en el escenario se amontonen decenas y decenas de historias a un ritmo vertiginoso. Románticas, desastrosas, inolvidables y surrealistas pero al fin y al cabo reales, estas primeras veces ajenas y a la vez tan parecidas a las de cada uno, explotan una detrás de otra en un vaivén de acentos regionales, muecas, movimientos, bailes y canciones de éxito.

El tema es fácil, pero el trabajo que el reparto hace sobre las tablas no se reduce a enumerar de forma plana y aburrida unas micro historias sin interés alguno, sino que las escoge, las selecciona y las interpreta recurriendo a diferentes registros cómicos, jugando con la música y el cine, reconstruyendo escenas al revés, inventando decenas de personajes y explotando al máximo los esenciales recursos del escenario. Los paneles ora son edificios, ora ascensores, andenes del metro, rellanos, duchas y sótanos y cuatro sillas se convierten en mesas, camas, e incluso bicicletas.

'Mi primera vez' es un espectáculo entretenido y bonito, explicito, como tiene que ser – desnudos, palabrotas y manoseos son una obligación – pero raramente vulgar y, sobre todo, nunca obvio. Y preparaos porque este montaje en realidad empieza dos veces. Una es cuando empieza de verdad y otra es cuando los actores irrumpen en el escenario distribuyendo bolígrafos y tarjetitas en las que los espectadores tienen que apuntar sus respuestas a preguntas tan embarazosas como: ¿con cuántos años tuviste tu primera vez?, ¿dónde?, ¿con quién? y ¿qué le diría a esta persona ahora si la tuviera delante? Entre los espectadores, hay quien dobla su tarjetita enseguida para que su pareja actual no pueda husmear. Señal de que esa primera vez sigue poniéndonos las mejillas rojas.

Un montaje que hace sonreír, reír y que puede llegar a meter hasta un poco de morriña, pero cuya verdadera misión se desvela sólo en el final. Como, en la pantalla de un ordenador: "Después de haber visto este espectáculo, el 100% de las personas presentes tendrán sexo. Y quien no tenga pareja…"