Miguel Ríos afirma que sale del "escaparate" y entra "en la trastienda de la fama"

  • Santander.- Miguel Ríos ha recibido hoy el premio "Trastienda" arropado por los amigos que le han acompañado durante toda una vida dedicada a la música. "Hoy salgo del escaparate y entro en la trastienda de la fama y de la luz", ha dicho tras declararse "rockero en vías de extinción por voluntad propia".

Miguel Ríos afirma que sale del "escaparate" y entra "en la trastienda de la fama"
Miguel Ríos afirma que sale del "escaparate" y entra "en la trastienda de la fama"

Santander.- Miguel Ríos ha recibido hoy el premio "Trastienda" arropado por los amigos que le han acompañado durante toda una vida dedicada a la música. "Hoy salgo del escaparate y entro en la trastienda de la fama y de la luz", ha dicho tras declararse "rockero en vías de extinción por voluntad propia".

El músico granadino se ha mostrado firme en su propósito de "dejar el escaparate" a pesar de que "Miguel, no nos dejes" ha sido la frase de la noche, el ruego más repetido por los artistas que le han acompañado en este homenaje de la Fundación Instituto Cultura del Sur y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Fiel a su imagen de siempre, enfundado en una cazadora negra de cuero y la mirada detrás de unas gafas de sol, Miguel Ríos ha sido recibido con un caluroso aplauso al ritmo de "Rock and Ríos" en el Paraninfo del Palacio de la Magdalena de Santander.

El escritor y poeta Benjamín Prado ha actuado como maestro de ceremonias de un homenaje en el que han participado, entre otros, los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén, los escritores Almudena Grandes, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes y Javier Rioyo, el biólogo y presidente de Oceana, Xavier Pastor, el productor Carlos Narea y el editor Chus Visor, que el año pasado recibió el primer premio Trastienda y hoy ha entregado el segundo.

Miguel Ríos se ha preguntado si su perfil se ajusta al de los destinatarios de un premio que pretende reconocer a aquellas personalidades "con una trayectoria impulsora de la cultura en España e Iberoamérica" antes de recordar sus comienzos, como empleado en unos grandes almacenes de Granada, cuando quería ser americano "pero del norte".

Aquel joven de 17 años aspiraba a convertirse en un Elvis Presley pero la fallaba el tupé y la voz no le salía aterciopelada y se convirtió en militante de una música, el rock, que "revolucionó el mundo", ha relatado.

También ha recordado la "lucha larga y difícil" que fue cantar rock en español y cómo ese rock "dejó de ser un baile de moda para convertirse en una forma de vida". Y ha confesado cuál ha sido el motor que le ha impulsado medio siglo: "Durante los últimos 50 años ha intentado hacer canciones con el único propósito de ser querido".

Un propósito que, a juzgar por las palabras de sus amigos, ha conseguido este músico dispuesto a dejar el escaparate y "por la puerta grande", con un premio en la mano que lleva su nombre porque "detrás del arte está la trastienda", ha apuntado el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez.

Para Luis García Montero, Miguel Ríos es un artista que "forma parte de la historia sentimental de la gente", un maestro que sigue entregándose a sus grabaciones y sus conciertos, que no ha olvidado nunca que el rock pertenece a la cultura de la rebeldía y un amigo que "sabe ser calor en invierno y aire fresco en verano".

"No nos dejes, que la vida del jubilado es muy pesada y los viejos rockeros mueren con la cazadora puesta", le ha pedido Javier Rioyo, después de que Benjamín Prado dejase claro que si lo hace "los escenarios van a enviudar".

Víctor Manuel ha afirmado que Miguel Ríos, al que ve como a un hermano mayor, "lo ha inventado todo" en el mundo de la música, corriendo siempre "riesgos tremendos". "Lo vamos a tener muchos años, aunque no en la fiebre de las giras, porque los maestros nunca acaban de irse", ha augurado.

La trayectoria del autor de "Bienvenidos" y "El himno a la alegría" resume para Almudena Grandes "el viaje de la oscuridad a la luz en la vida española", lo que lo convierte "en un premio en sí mismo, mucho más valioso que cualquier otro".

Y para Ana Belén, que ha recordado que acudió a su primer concierto de rock del brazo de aquel músico que acababa de dejar de ser Mike Ríos, además de un amigo y compañero de giras y proyectos, "es, ha sido y será un ejemplo" por el amor que siempre ha tenido al escenario.

Las canciones del rockero han sido el hilo conductor de una ceremonia que encerraba una sorpresa: Quique González, guitarra en mano, cantando el primer éxito del maestro, "El río".

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