"Morenito de Aranda" contra los elementos, convence aún sin cortar orejas

  • Un encierro imposible de Antonio San Román puso todo en contra de los toreros, en la corrida de la tarde hoy en Valdemorillo, en la que no obstante "Morenito de Aranda" convenció por su tenacidad y entrega, a veces también por su torería, aunque el presidente le denegara un trofeo pedido por la mayoría.

Juan Miguel Núñez

Valdemorillo (Madrid), 5 feb.- Un encierro imposible de Antonio San Román puso todo en contra de los toreros, en la corrida de la tarde hoy en Valdemorillo, en la que no obstante "Morenito de Aranda" convenció por su tenacidad y entrega, a veces también por su torería, aunque el presidente le denegara un trofeo pedido por la mayoría.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Antonio San Román, desiguales de presencia, mansos y deslucidos cuando no sacaron también peligro, caso de cuarto y quinto. El sexto, el único que "medio se dejó", aún sin terminar de pasar. Los otros cinco arrastres, pitados.

Iván Vicente: estocada trasera y dos descabellos (ovación); y estocada atravesada que medio escupe y dos descabellos (ovación).

Leandro Marcos: metisaca, media pescuecera, dos pinchazos y dos descabellos (silencio tras aviso); y bajonazo (silencio tras aviso).

Jesús Martínez "Morenito de Aranda": dos pinchazos y media (silencio tras aviso); y estocada (vuelta tras petición).

En cuadrillas, Raúl Mateos y Miguel Martín saludaron tras banderillear al cuarto y quinto, respectivamente.

La plaza, cubierta, tuvo media entrada.

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MANSADA DE CAMPEONATO

Los toros se cargaron la tarde. Una mansada de campeonato. Seis bueyes, o quizás sólo cinco, pues habría que poner a salvo el último, aunque éste tampoco terminó de pasar. El mal estilo y las nulas posibilidades para hacer con ellos el toreo fue la nota dominante en el festejo.

El que abrió plaza "se rajó" de primeras, nada más ver la muleta volvió andas para buscar el refugio de la querencia. Allí, pegado a tablas, Iván Vicente porfió con ahínco, hasta salir por los aires en un espectacular voltereta a cambio de unos pocos pases aislados que teóricamente no tenía el toro. Todo el mérito, por tanto, del torero.

El cuarto, un toraco con volumen y pitones, y tan manso como peligroso, se colaba por el derecho y quería irse por el izquierdo. Más claro: no tenía un pase. Vicente, muy dispuesto otra vez, pudo robarle algún muletazo aprovechando los viajes de la huida.

Leandro Marcos se encontró con un primer toro que topaba más que embestía, pegando los típicos arreones de manso. El trasteo, naturalmente a la defensiva, apenas alcanzó relieve.

El quinto fue un toro también violento, que no humillaba y "embestía" echando las manos por delante. De nuevo Leandro no se dio ninguna coba, siempre perfilero y sin compromiso de faena.

"Morenito de Aranda" instrumentó al tercero los mejores lances de la tarde, con buen gusto a pesar de cierta aceleración. Pero el toro no descolgó nunca, sin humillar, llevando la cara por las nubes, y cada vez "desarrollando" más, es decir, cortito de embestida, reponiendo y con malas ideas. Aún con tanto en contra "Morenito" no se arrugó. Sin embargo, los pases que dio, sin poso.

El sexto fue el único de los seis que mostró cierta boyantía, a pesar de que tampoco llegó a "romper" en bueno, punteando mucho con la cara arriba. Falto limpieza al trasteo, pero hubo mucho corazón y muy buen concepto en el toreo de "Morenito", que al final dio una aclamada vuelta al ruedo después de que "el palco" le negara una oreja pedida con muchos más pañuelos que las que se habían otorgado en la novillada de la mañana.

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