No todo es do, re, mi, fa, sol: ¿cómo hacer que jóvenes y niños se interesen por la música clásica?

¿Alguna vez fuiste con el 'cole' a ver un concierto de música clásica? ¿Y con tus padres? ¿Te ponían audiocuentos o música de grandes compositores historiadas? ¿La mitad de tus compañeros sabían tocar instrumentos? Probablemente si has nacido antes los años 90 no hayas vivido nada parecido a esto y la música considerada clásica se reduzca a tocar cuatro canciones sencillas con la flauta dulce o saber entonar vagamente la escala musical.

Sin embargo, la forma de hacer que los niños se acerquen a ella en los últimos 20 años ha ido cambiando hasta ser hoy una prioridad entre muchos centros culturales, instituciones y pedagogos. Fernando Palacios, profesor de educación musical, compositor y asesor del departamento musical del Teatro Real, ha sido uno de los pioneros en este campo y es hoy toda una eminencia en el mismo. Resume las claves para acercarla música clásica a los niños y jóvenes para la informacón.com: una serie de factores que hay que tener en cuenta a la hora de presentarle una obra clásica a los más pequeños.

1. Calidad: Una de las cosas más importantes es mostrar la música en las mejores condiciones posibles. Es algo fundamental, es decir, una orquesta o un teatro de ópera tiene que estar igual de bien que un teatro para mayores. Eso es lo primero y fundamental para este especialista.

2. El formato: Consiste en seleccionar detenidamente el programa de la ópera, concierto, ballet... Lo principal es que los niños puedan disfrutarlo. "Es decir, por ejemplo, puedes llevar a ver un niño a ver Peléas y Melissande pero si es un niño normal eso no le va a gustar. Son tres horas de música, no le gusta a la mayoría de los mayores y a los niños, menos", relata Fernando.

3. La forma de mostrar la obra: El procedimiento didáctico de cómo mostrar la obra sería otro de los principios y otro sería no desvirtuar el procedimiento dinámico del concierto.

4. No desvirtuar el procedimiento dinámico del concierto: Es decir, que los niños que asistan a un concierto o espectáculo tienen que saber que en ese espectáculo o concierto hay silencio, se atiende a lo que se ofrece… Educación social, básicamente. Por lo tanto, los que lo organizan tienen que tener en cuenta que lo que ofrecen sea de calidad y adecuado, y los que van, es decir los profesores y los padres, tienen que explicar a los niños a donde se va.

5. La atención: La participación no es tan importante. Hay conciertos en los que ellos participan y otros en los que no participan. Con lo que tienen que participar siempre es con su atención. "Un mayor que asiste al Rigoletto de Verdi participa escuchando pero no tiene que hacer nada y a un niño en algunos conciertos se les pide que hagan en un momento algo y hay otros en los que no se les pide", comenta. Aunque es conveniente que los niños, conforme menos edad, mantengan su atención haciendo alguna cosa.

"Desde mi punto de vista, siempre intento que lo que hagan esté de acuerdo con el concierto y no hacer cosas extra musicales, que esto es un fenómeno que se hace mucho también", afirma.

6. El guión: Todo se consigue con guión sólido de concierto. Confeccionar un guión de este tipo es una cosa muy compleja. "Por ejemplo, el año pasado para un Motín en el festín yo estuve meses de preparación. Invierto muchísimo tiempo en hacer eso. Ves el concierto y piensas qué fácil", relata el pedagogo. Eso sí, debe parecer sencillo y cercano porque sino no funciona.

"Yo llevo haciéndo este tipo de actividades desde hace 20 años, trabajando un tipo específico de materiales para ofrecer a los niños la posibilidad de que accedan a disfrutar de la música clásica desde pequeños y no esperar a que llegue un momento de mayor a que alguien se le ilumine la cabeza y diga… ¡anda, mira esto de la música clásica!, si no que puedan estar en contacto con la música desde siempre", señala Fernando. "Todos nos preguntamos por qué en España no triunfa la música clásica, se sonsidera elitista o simplemente aburrida. La respuesta parece clara, la educación musical.

Una larga carrera

Fernando Palacios empezó su labor en la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, "a partir de ahí trabajé con otras orquestas, en otros auditorios... hasta que se empezó a extender, digamos, como si fuera una mancha de aceite", señala.

El Teatro Real es una de las instituciones más prestigiosas que cuenta desde hace cinco años "con un departamento donde se trabaja esto más en profundidad y se hacen todo tipo de propuestas, desde conciertos, ballets…". Cada mes el Teatro deleita a niños, padres y profesores con un espectáculo especial y cuidado. Este mes, por ejemplo, se lleva a cabo Lupus in Fabula, una ópera en un acto para solistas,

pequeña orquesta y coro de niños.

La particularidad de esta ópera es que el público desempeña un papel activo en las representaciones. Acompañado por la orquesta, tiene que cantar cinco canciones en momentos cruciales del desarrollo de la historia: deben convencer a la luna para que ayude al lobo, calmar a la niña, avisar al lobo y sumarse en el gran final. Además también hacen un ritmo y construyen una flor.

Fernando Palacios, además de la función que desempeña en el Real, trabaja con la Editorial Agruparte de Vitoria, que edita los materiales que se hacen en escena en formato de disco-libro, ilustrado y con un cuento musical con la orquesta que conforma una colección llamada La Mota de Polvo, con la que trabajan ya muchos centros culturales y colegios. "Gracias a ella se conoció este tipo de procedimiento didáctico para hacer llegar la música", cuenta el profesor.