Perera y Fandiño remontan la falta de casta de los "fuenteymbros" en Bilbao

  • Los diestros Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño, que hoy se enfrentaban en Bilbao en un esperado mano a mano, remontaron con su decidida actitud la descastada condición de los toros de Fuente Ymbro, más allá del escueto balance de una solitaria oreja para el extremeño.

Paco Aguado

Bilbao, 23 ago.- Los diestros Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño, que hoy se enfrentaban en Bilbao en un esperado mano a mano, remontaron con su decidida actitud la descastada condición de los toros de Fuente Ymbro, más allá del escueto balance de una solitaria oreja para el extremeño.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Fuente Ymbro, bien presentados aunque con desiguales hechuras y seriedad en las cabezas. Corrida de escaso juego, salvo el quinto, noble y con fondo. Y un sobrero, en quinto lugar, de Alcurrucén, destartalado y manso.

Miguel Ángel Perera: estocada desprendida (silencio); pinchazo y estocada desprendida (silencio); y estocada trasera y descabello (oreja).

Iván Fandiño: estocada y dos descabellos (ovación); estocada delantera desprendida (silencio); y estocada delantera contraria y dos descabellos (ovación).

Entre las cuadrillas, destacó Jarocho en la efectiva brega del manso, y Juan Sierra y Guillermo Barbero saludaron tras banderillear al primero.

El aforo de la plaza se cubrió en sus dos terceras partes, en el séptimo festejo de abono de las Corridas Generales.

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CUESTIÓN DE ACTITUD

La afición de Bilbao, más la foránea que acude en gran número a las Corridas Generales, esperaba con mucha expectación un mano a mano que se prometía de verdadera competencia entre Perera y Fandiño, dos de los toreros de más regularidad en el triunfo durante la presente temporada.

Pero la rivalidad latente entre ambos no llegó a manifestarse en toda su dimensión a causa del descastado juego de casi todos los toros de Fuente Ymbro, ganadería también regular este año sólo que por los pobres resultados de su camada de cuatreños.

Fallaron los astados de Ricardo Gallardo también en Bilbao -a excepción de un quinto de mayor fondo de bravura-, aunque no la actitud de los dos matadores, que pusieron todo de su parte para vencer la deslucida inercia de la corrida.

Miguel Ángel Perera redondeó finalmente con una oreja de mucho valor su buen paso por las Corridas Generales. El diestro extremeño, que ha estoqueado finalmente seis toros en dos tardes -en la primera por el percance sufrido por Jiménez Fortes- también dejó hoy la impronta de su apabullante autoridad.

Y no tanto ante un primero desclasado y a la defensiva ni con un tercero que se lesionó una pata durante la faena, sino con el quinto, el único toro potable de la corrida, con el que se compensó su mala suerte inicial.

A este ejemplar, de alegres, nobles y prontas embestidas, le hizo Perera un trasteo rotundo ya desde que lo abrió con unos ajustados pases cambiados en los medios.

Serie a serie de pases fue exigiéndole Perera más entrega al de Fuente Ymbro, hasta hacerle romper en dos soberbias y templadas series de naturales, hondos y largos, en la mejor dimensión de este torero, que finalmente alardeó metido entre los pitones de un animal que acabó rajándose, totalmente exprimido de bravura por su matador.

Iván Fandiño no tuvo apenas opciones de competir a gran nivel ante tres toros de muy escaso juego. Su primero huyó rápidamente a tablas, donde el torero vasco supo sacarle con paciencia varias series de muletazos de mucho mérito jugando inteligentemente con sus querencias.

Menos aún le ofreció un destartalado y también manso sobrero de Alcurrucén, con el que mantuvo la misma actitud reposada, sin dejarse desbordar por la reservona condición del animal.

Y ya con la tarde vencida y con una oreja en el esportón de su rival, Fandiño echó el resto con el sexto, un ejemplar muy cuajado, y de muy cortas y complejas embestidas.

Intentó primero prolongar el escaso recorrido del astado dándole ventajas con mucha exposición, aunque no encontró respuesta positiva. Finalmente atacó más en corto, en un último esfuerzo en busca de un trofeo que le igualara a Perera, pero prácticamente imposible de conseguir.

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