Peter Weir regresa siete años después con una candidata a los Oscar

  • Peter Weir es uno de esos directores que se toma su tiempo antes de embarcarse en un proyecto. Han pasado siete años desde que estrenase 'Master and Comander'. El próximo 5 de enero llegará a los cines su último trabajo, 'Camino a la libertad'. Una película con un cartel de lujo (Jim Sturgess, Ed Harris y Colin Farrell) que explora la reacción del ser humano ante situaciones límite. Como telón de fondo, la historia de los gulags soviéticos.
'Camino a la libertad' cuenta la huida de un gulag de seis hombres
'Camino a la libertad' cuenta la huida de un gulag de seis hombres
Aurum
M. J. Arias

Con un libro como base ('La increíble caminata') y mucho trabajo de documentación y testimonios directos, Peter Weir ha construido 'Camino a la libertad'. Su regreso a los cines después de un paréntesis de siete años es un estudio sobre cómo se comporta el hombre en situaciones límite. Una película de supervivientes con la huida de un gulag siberiano en 1940 como punto de partida para la acción. Jim Sturgess, Ed Harris, Colin Farrell y Saoirse Ronan protagonizan esta historia, que llegará a los cines el 5 de enero.

Peter Weir se toma su tiempo con cada proyecto. Lo estudia, sopesa, trabaja sobre el guión y, cuando ya tiene todo bajo control, entonces pone en marcha el rodaje. Con un proceso de elaboración tan completo y medido no es de extrañar que el resultado sea de una calidad extraordinaria. Ir al cine a ver una película dirigida por él es apostar al caballo ganador. No hay más que echar un vistazo a su corta filmografía. 'Master and Comander' (2003) y El show de Truman' (1998) son las dos anteriores. 18 películas en tres décadas de profesión. Se lo toma con calma, no hay duda. Para el espectador Weir es sinónimo de calidad. Para los actores, de confianza.

Los protagonistas de 'Camino a la libertad' se dejaron ver por Madrid acompañados por el director y todos coincidieron a la hora de definir lo que significa trabajar con alguien como Weir. Quien mejor lo resume es Ed Harris, que ya trabajó con él en 'El show de Truman' y repite en ésta. "Lo que le hace diferente a otros directores es que cuando te llama puedes confiar en él. Él no hace una película cada año, así que en cada proyecto se toma su tiempo para desarrollarlo, para investigar, para saber… Además, te inspira. Cuando le ves tan concentrado y tan entregado, quieres estar a su altura y quieres darlo todo como hace él", explica Harris.

Aún así, el camino para los actores ha sido arduo, ya que el rodaje no fue nada fácil. La historia que cuenta 'Camino a la libertad' (inspirada en el libro 'The Long Walk: The True Story of a Trek to Freedom') es la de un grupo de evadidos de un gulag soviético situado en Siberia. Su periplo es una lucha por sobrevivir atravesando un ambiente hostil. No son los perros o los carceleros sus peores enemigos, sino el propio entorno. El frío siberiano, el desierto, la falta de alimento y bebida… A medida que la película avanza se puede ir apreciando el deterioro tanto físico como mental de los personajes. Aunque en menor medida -cuando se grita corten esperan condiciones mucho mejores-, los actores también sufrieron lo que se ve reflejado en la pantalla.

Lejos de quejarse, todos creen que estas condiciones adversas han contribuido notablemente a una mejor simbiosis con sus personajes. "Las dificultades del rodaje te ayudaban a meterte en el papel", sentencia Ed Harris. Él, Jim Sturgess y Saoirse Ronan padecieron una intoxicación alimenticia en el desierto. Aunque lo que más impresiona es la imagen que viene a la mente cuando el propio Sturgess cuenta un episodio de hipotermia que sufrió tras sumergirse en las gélidas aguas del desierto. Le recuperaron aplicándole calor en una tienda de campaña con cinco secadores de pelo. Mucha más suerte tuvo Colin Farrell, que no tuvo que enfrentarse al desierto. Eso sí, el frío que pasó el Bulgaria -donde se rodaron las escenas siberianas- no se lo quita nadie. Aunque, como Harris, cree que fue positivo. "Era convenientemente incómodo para ayudarnos a nosotros con la historia. Era positivo para construir los personajes. Ayudó mucho a mi interpretación", señala.

Al final, la de 'Camino a la libertad' es una historia de personajes. Un grupo compuesto por seis hombres y una chica que escapa de sus perseguidores para alcanzar la libertad. En su recorrido deberán superar todo tipo de pruebas conscientes de que dependen los unos de los otros y de que si las circunstancias fuesen otras probablemente ni se dirigirían la palabra. Cada uno tiene su punto fuerte que aportar a la escapada y todos son imprescindibles. Su lucha por sobrevivir y conservar la libertad de la que les privaron son el motor de una película cuidada hasta el más mínimo detalle y en la que el primer plano es un protagonista más. "Es el mejor invento del cine", dice Weir. Gracias a él, director y actores transmiten las emociones de los personajes al espectador. Un lenguaje sencillo, con décadas de historia, pero tan efectivo como en sus comienzos.

El reto del acento

Uno de los aspectos más trabajados de 'Camino a la libertad' y que se perderá en la versión doblada es el de los acentos. Los protagonistas provienen de distintos lugares del mundo y utilizan el inglés para comunicarse. Que cada actor se hiciese con el acento apropiado fue una de las cosas en las que más hincapié hizo el director. Colin Farrell tuvo que pelearse con el ruso. Cuenta que tuvo un profesor particular durante semanas y que, cuando logró hacerse con el acento, cada vez que hablaba le cambiaba hasta la forma de caminar.

El polaco fue la asignatura de Jim Sturgess. El actor británico -protagonista de 'Across the Universe' y '21 Black Jack'- interpreta al líder de la huida, Janusz, un joven encerrado después de que su mujer lo acusara. Sturgess relata cómo preparó su papel: "Leí mucho, practiqué mucho, decía nombres impronunciables" y todo porque ya había visto el fracaso en otros. "Una pronunciación exagerada puede arruinar la actuación. Lo he visto en otras ocasiones", asegura, aunque sin dar nombres.

Una parte poco conocida de la Historia

Aunque no es lo que busca, 'Camino a la libertad' también sirve para abrir un poco la puerta a una parte de la Historia que apenas se ha tratado en el cine. "Hemos sabido poco sobre los gulags. Sabemos más sobre los campos nazis y sus atrocidades", reconoce Peter Weir. Aunque su intención no es aleccionar ni ilustrar, lo cierto es que la película parte de un contexto histórico poco explorado por el cine. Los gulags eran campos de trabajo soviéticos donde se internaba a los enemigos del imperio. En Siberia, donde arranca la aventura de los protagonistas, se encontraba uno de los más conocidos.

Allí había hombres de todo tipo y condición. Desde asesinos como Valka (Colin Farrell) a actores que hicieron un chiste que no gustó al régimen (Mark Strong). Para documentarse sobre estos campos, Weir se entrevistó con gente que lo había vivido en primera persona y leyó toda la documentación que pudo encontrar al respecto, que no ha sido mucha. "Mientras los rusos mantengan cerrados los archivos poco vamos a saber. Yo tengo como 60 ó 70 libros, pero no es ni la mitad de lo que hay sobre los nazis", reconoce.

Para Ed Harris esta película también le ha servido para aprender un pedazo de Historia de EEUU que desconocía. "Miles de americanos fueron a trabajar a Rusia durante la Gran Depresión. Tenían que entregar sus pasaportes. Cuando intentaban volver, les decían que ya no eran ciudadanos americanos y se veían atrapados", relata Harris, quien interpreta a uno de esos miles de americanos, Mr. Smith. Sin embargo, no es esto o los gulags lo que más interesó a Weir del proyecto, sino que era una "historia de gente sometida a unas condiciones de supervivencia". Y eso es lo que se ve en la pantalla.

Puede ser candidata a los Oscar

Aunque la película no se estrenará en Estados Unidos hasta mediados de enero -lo hará antes en Europa- puede ser seleccionada para los Oscar de este año. Para conseguirlo se hizo lo que se llama un estreno técnico. Es decir, durante unos días se proyectó en un par de ciudades estadounidenses. Así cuenta como estrenada y puede ser candidata. Ahora depende de si a los académicos les convence o no.

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