Picasso, una mezcla "gitana, romántica y un poco yanqui" para Durancamps

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 20 nov.- El pintor catalán Rafael Durancamps fue invitado en 1929 por Picasso a tomar té en su casa parisina, y lo primero que le llamó la atención del malagueño fue su forma de vestir "pintoresca" en la intimidad, "con esa mezcla gitana, romántica y un poco yanqui".

Los recuerdos de aquel encuentro fueron plasmados por Durancamps en "Una tarde con Picasso", un texto inédito de 1970 que ha sido publicado ahora por la Fundación Picasso en su colección "La hoja que se ríe asomada", centrada en artículos dedicados al artista y publicados en vida de éste.

Relataba Durancamps que Picasso le enseñó varias obras suyas "capaces de emocionar al más lego en conocimientos pictóricos, bien dibujadas, bien pintadas y de una emoción escalofriantes".

En otro momento, el malagueño le mostró un lienzo que representaba "unas figuras geométricas, como de embutidos hinchados mezclados los unos con los otros", y Durancamps no pudo resistir la tentación de preguntarle qué representaban.

"Mi buen amigo, con una naturalidad y una franqueza absolutas, me dijo: 'Absolutamente nada. Jamás he comprendido nada de esto. Los marchantes me lo piden y yo lo hago'", escribió el pintor nacido en Sabadell en 1891.

El responsable de Publicaciones de la Fundación Picasso, Rafael Inglada, ha recordado hoy en la presentación de los números 16 al 20 de la colección que el título de ésta procede de un poema surrealista escrito por Picasso en 1935, y abarca desde las críticas sobre su primera exposición en A Coruña en 1895 hasta los textos publicados en 1973, año de su muerte.

Otra de las sorpresas de esta nueva entrega es el artículo "La idea Platón-Picasso", escrito en Londres por Ramiro de Maeztu en 1911, "cuando Picasso está inmerso en plena época cubista", y que resulta llamativo "por el camino político que cogió después" su autor, ha apuntado Inglada.

Maeztu escribió entonces que, cuando Picasso pasó por Madrid en 1900, le pareció un joven "pálido, encorvado y silencioso" que "publicó algunos de sus dibujos en una de esas revistas que no llegaron nunca a ser leídas, habló con los Baroja y desapareció".

La conexión con Platón estaba en que éste "buscaba una diferente forma de arte" que no se limitara a una copia de la naturaleza sino que alcanzara "el dominio interno del profundo significado del objeto que se expresaba", y ese arte que buscaba el filósofo "es el arte de esencias de Picasso".

Los otros títulos presentados hoy por la Fundación Picasso son "En los 75 años de Picasso", de Josep Renau; "El maniqueísmo ibérico de Picasso", de José Camón Aznar, y, por primera vez en la colección, un artículo de un autor vivo, "Picasso y Málaga", de José Infante.

El propio Infante ha explicado que, durante su trabajo en el periódico Sol de España entre 1970 y 1972, uno de sus temas recurrentes era el artista, "en unos años en los que hablar de Picasso en Málaga era como hablar en vano, porque no había precisamente un clima favorable hacia él".

"Lo más doloroso no era que no se conociera, sino incluso el rechazo popular a su figura, porque era comúnmente aceptado, quizás porque convenía al régimen franquista, que Picasso sentía una desafección hacia su tierra natal", ha afirmado Infante, que ha añadido que en ese artículo de 1971 fue uno de los primeros en reclamar un Museo Picasso en Málaga, abierto finalmente en 2003.

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