Pierre Gonnord documenta los rostros del paisaje extremo del norte peninsular

Muchas de estas personasapenas han tenido contacto con la fotografía, al margen del carné de identidado un retrato de boda. Ellos se llamanPrimitivo, Theo, Javier, Basilisa, ElPipas, Eloíza o Teresa. Son gente anónima que trabajan en las cuencas mineras oviven en zonas extremas del paisaje rural del norte de la Península Ibérica.

Ahora, dejan de ser unos desconocidos gracias al fotógrafo Pierre Gonnord(Cholet, 1963). El artista documenta en suexposición "Terre de Personne" ("Tierra de Nadie") una recopilación defotografías que mezclan los paisajes más extremos –marejadas o incendios- conesos rostros manchados de carbón o arrugados por el tiempo y el trabajo severoen el campo.Gonnord reúne así una seriede instantáneas en las que ha estado trabajando más de diez años. Ha recorridoAsturias, Galicia, León y el norte de Portugal, pero alejándose de las urbes.Las zonas rurales o industriales han marcado su itinerario. El fotógrafo se haimbricado entre las gentes de ese norte extremo.

El artista convivió con cadauna de esas personas retratadas, las conoció, recibió su hospitalidad y luegoles propuso que posaran para él, si lo deseaban. El resultado es una serie defotografías -18 paisajes acompañan a estos 19 retratos- que muestran la majestuosidadde estas personas que viven en esta especie de fin del mundo olvidado por losurbanitas."Tierra de Nadie" se exponeen la Sala deAlcalá, 31, de Madrid, hasta el 28 de febrero. Ahí se podrán visitar el paisajehumano y las miradas duras y marcadas por el sufrimiento en cada rostro de losretratados. El fotógrafo francés ha querido mostrar su respeto y agradecimientoa estas gentes titulando cada foto con el nombre de cada uno de ellos.