Por qué le gusta 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' a un fan como yo

    • Como toda buena trilogía, la película deja con ganas de más, resolviendo algunas preguntas y generando muchas otras.
    • Una de las mejores bazas que tiene 'El Despertar de la Fuerza' es el carisma y la simpatía que muestranDaisy RidleyyJohn Boyega.
Star Wars: El Despertar de la Fuerza
Star Wars: El Despertar de la Fuerza

Anoche a las doce llegué a la puerta de los cines Equinocio de Majadahonda, con mi casco de Stormtrooper bajo el brazo, dispuesto a reencontrarme una vez más con una saga que tiene mi corazón desde que era pequeño. Las luces se apagaron y sentí una sensación vivida hace mucho, la sensación de volver a viajar, de nuevo, a una galaxia muy,muy lejana. Y de repente empezó 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza'. La película arrancaba con lo propio y conocido, con el logo de Lucasfilm y no de Disney, y la inconfundible música de John Williams.Para empezar, cabe destacar que 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' deja con ganas de más, es un episodio y como toda buena trilogía tocará esperar cuatro años o como mucho dos, para ver si todo encaja, si lo que nos cuentan es coherente y si está narrado con maestría. Pero no nos engañemos, este Episodio VII es una magnífica película y casa perfectamente con la trilogía original, deshaciéndose de muchos de los problemas de las precuelas (personajes rídiculos, CGI por doquier, diálogos absurdos...), consiguiendo que todo encaje visual y argumentalmente.La película recupera las esencias de la trilogía original y se olvida de la segunda. Hay batallas aéreas, hay duelos con sables láser y hay humor, pero no el fácil y tontorrón de los Episodios I y II. Hay CGI y escenas de puro despliegue digital, pero están hechas con mucho más gusto. Se nota la modernización, pero también se nota el esfuerzo por parecerse al cine de antaño. Los guionistas Lawrence Kasdan y el propio J.J. Abrams sienten amor por los materiales originales y eso se nota.El fan más acérrimo se sentirá como en casa con los chascarrillos de los androides,el Halcón Milenario surcando la galaxia, o esa especie de Cantina de Moss Eisley plagada de criaturas extrañas, bailarines y músicos. Y coges cariño a los verdaderos protagonistas: Finn y Rey.Una de las mejores bazas que tiene 'El Despertar de la Fuerza' es el carisma y la simpatía que muestran Daisy Ridley y John Boyega. Mención especial también para BB-8 que tiene una variedad de expresiones y tonos de 'voz' realmente sorprendente. Te quiero R2, de verdad, pero BB-8 me ha robado el corazón desde el minuto uno.No he hablado aún de Kylo Ren, el nuevo villano a lo Darth Vader, el mejor personaje de la película, y el que más matices tiene, mostrando su lucha interna, especialmente visible cuando se quita la máscara. Y qué decir de su sable láser, tan polémico, que, en mi opinión, representa perfectamente la personalidad del villano, pura rabia contenida.Y qué decir de Harrison Ford y ese Han Solo que sigue siendo el mismo, aunque con algunas canas.No todo es brillante. El personaje de Oscar Isaac y su Poe Dameron está desaprovechado. Más grave aún es el uso de la Capitana Phasma, que aparece en tres escenas con su impecable armadura cromada y no pega ni un disparo, o un, algo precipitado, desarrollo de conflictos morales de algunos personajes, pero que no deslucen el acabado general de la película. Quizás sea yo, o quizás el propio Abrams, que crea una película de puro 'fan service', pero llegados a este punto puedo asegurar que 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' empieza muy bien, sigue bien y acaba aún mejor.

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