Rajoy no recibirá a Mas en La Moncloa si no abandona la consulta

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, no contempla recibir en el Palacio de la Moncloa al presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, mientras éste persista en su empeño de convocar un referéndum que sirva de primer paso para iniciar un proceso de independencia del resto de España.

Fuentes gubernamentales aseguraron a Servimedia que la relación entre los dos mandatarios es coordial y "muy fluida", pero descartaron que eso pueda traducirse en las próximas fechas en una reunión de trabajo como la que esta misma semana mantuvo con el lehendakari del País Vasco, el peneuvista Iñigo Urkullu.

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Rajoy siempre ha presumido de dialogar con todas las formaciones políticas y de estar dispuesto a llegar a acuerdos de todo tipo, pero siempre circunscritos al cumplimiento estricto de la ley. Ahora considera que Artur Mas se ha situado él solo fuera de esos márgenes y, por eso, no ve motivos para mantener un encuentro con el presidente catalán.

Esta idea se ha ido afianzando en la mente de Rajoy en los últimos meses y se puso de manifiesto en la copa de navidad que el jefe del Ejecutivo organizó en La Moncloa a mediados de diciembre con los periodistas que habitualmente cubren sus actos, con tertulianos y directores de medios de comunicación.

En una de esas conversaciones, Rajoy afirmó expresamente que no tenía "nada de decir" a Artur Mas y, por lo tanto, no veía motivos en aquel momento para convocarle a un encuentro en La Moncloa, a pesar de que el presidente catalán acababa de anunciar que pensaba solicitar una cita por escrito.

Rajoy sigue pensando exactamente lo mismo a pesar de que han transcurrido dos meses y de que la Generalitat sigue demandando una reunión con el Gobierno central. Artur Mas no para de hacer guiños para tratar de llegar a un acuerdo que permita convocar oficialmente el referéndum sobre la independencia que anunció para el 9 de noviembre de 2014.Consulta ilegal

El Ejecutivo insiste en que esa consulta es ilegal y no sólo por el hecho de que Artur Mas esté dispuesto a celebrarla sin autorización del Consejo de Ministros, sino por el tema de fondo que plantean en sí las dos preguntas: '¿Quiere que Catalunya sea un Estado?', '¿Quiere que este Estado sea independiente?'.

Fuentes gubernamentales insisten en que el problema del referéndum es "el tema en sí", ya que lo que plantea Artur Mas es el inicio de un nuevo proceso constituyente, al estilo del que se produjo en 1978, para crear un nuevo Estado dentro de España y conseguir que se independice del resto del país.

Con este panorama, Rajoy no contempla en estos momentos verse con Artur Mas pese a que esta misma semana hubo un momento de confusión al publicarse que los dos dirigentes estaban reunidos en La Moncloa el jueves por la mañana. La Generalitat lo negó a los pocos minutos pero la Secretaría de Estado de Comunicación del Gobierno se limitó a decir que no tenía constancia.

El rumor se acrecentó porque Rajoy se había reunido el martes en secreto con el lehendakari, Iñigo Urkullu, sin que ninguna de las dos partes informara del encuentro, lo que dio pie a que pareciera más creíble que el jueves estuviera pasando lo mismo con Artur Mas.

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Fuentes del Ejecutivo explicaron a Servimedia que entre Rajoy y Mas existe una interlocución "muy fluida" pese a las profundas discrepancias que separan a ambos sobre el proceso soberanista puesto en marcha por la Generalitat desde la festividad de la Diada del 11 de septiembre de 2012.

Las diferencias en este punto no impiden las relaciones constantes entre los dos gobiernos y los partidos que sustentan a ambos a distintos niveles de interlocución. Como prueba está el encuentro que la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, mantuvo el martes con el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. Además, Sáenz de Santamaría posee un canal habitual de comunicación con la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega.