Riccardo Chailly rescata la vitalidad de una Bohème lacerada por la tradición

  • El director Riccardo Chailly y el escenógrafo Davide Livermore estrenan en el Palau de Les Arts de Valencia una versión de "La Bohème" fiel a la concepción original de Puccini, enfoque que rescata la vitalidad y el vanguardismo de una partitura lacerada por más de un siglo de representaciones tradicionales.

Valencia, 28 nov.- El director Riccardo Chailly y el escenógrafo Davide Livermore estrenan en el Palau de Les Arts de Valencia una versión de "La Bohème" fiel a la concepción original de Puccini, enfoque que rescata la vitalidad y el vanguardismo de una partitura lacerada por más de un siglo de representaciones tradicionales.

Esta propuesta, que busca recuperar el sonido y el reflejo social de una ópera escrita en 1896, la convierten en una obra "totalmente nueva" para su protagonista, el tenor venezolano Aquiles Machado, que admite su sorpresa ante una composición que ya ha cantado en infinidad de ocasiones.

"Es una de mis obras fetiche: la he representado en casi todos los grandes teatros del mundo, pero esta visión ha hecho que se convierta en algo nuevo para mí. No es "La Bohème" tradicional; recuperar su simpleza la convierte en una obra mucho más compleja, parece que no la he cantado nunca", ha explicado en rueda de prensa.

Según ha detallado Chailly, este montaje -única producción propia del Palau en esta temporada- guarda una "fidelidad absoluta" con su música y su realidad histórica, y es precisamente este enfoque el que recupera "todo su vitalismo y su modernidad".

"La riqueza y dinamismo de la partitura revelan el lenguaje moderno de Puccini y demuestran que su ingenio está más vivo que nunca. Suena como si hubiera sido compuesta en 2005", avanza.

El maestro milanés recuerda que hay bibliografía para conocer con exactitud cómo deseaba Puccini que se representara su obra, ligando cada movimiento de escena a las notas de su partitura.

Sin embargo, sus infinitas puestas en escena a lo largo de la historia han convertido este deseo "en un desastre", ocasionado principalmente por la falta de respeto hacia su tempo y por las interpretaciones desde el "sufrimiento".

"Es una obra visceral y romántica que hay que afrontar sin miedo ni sentimentalismos", defiende Chailly, muy crítico con las "perversiones" a las que a su juicio se ha visto sometida la partitura de Puccini.

Davide Livermore, que en este montaje dirige todo lo que acontece sobre escenario, incluida la iluminación, comparte la visión de su compatriota y trata de reflejar "la vida y la energía de La Bohème".

Según ha reconocido, normalmente prefiere desplazar el momento histórico de la ópera hacia una época más reciente, pero aquí le ha resultado "imposible".

Será como una representación piloto, o como una "protopelícula", tal y como la ha definido Livermore, quien ha respetado el vestuario de 1896 intentando despojarlo de la idea de "purismo" que le otorga su visión museística.

El director, el escenógrafo y el tenor han coincidido en destacar el nivel de profesionalidad y calidad musical adquirido por el Palau de Les Arts, una potencialidad que "merece y necesita sobrevivir", según ha advertido Chailly.

"Sería una afrenta cultural que perdiera su nivel", ha dicho en alusión a los ajustes presupuestarios que afectan al sector cultural.

"Sobreviviremos como estamos haciendo este año y como corresponde a un momento de crisis, reduciendo el número de nuevas producciones, pero la calidad no bajará bajo ningún concepto porque la mediocridad puede matar la lírica", ha refrendado la intendente del auditorio valenciano, Helga Schmidt.

Además de conducir casi todas las representaciones de La Bohème, Riccardo Chailly, actual titular de la Gewandhausorchester de Leipzig, también dirigirá a la Orquestra de la Comunitat interpretando la Novena Sinfonía de Beethoven los próximos 14 y 16 de diciembre.

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