Roberto Fallani propone una arquitectura "alquímica y comunicante" en Roma

  • Marian Rosado.

Marian Rosado.

Roma, 6 may.- El polifacético artista italiano Roberto Fallani presentó hoy "Futuro Perfecto", una colección que define como "alquímica y comunicante", con mobiliario y elementos arquitectónicos originales y en abierta oposición al minimalismo.

Inventor, escultor, pintor, fotógrafo, diseñador, arquitecto, Fallani aúna en su persona todas las áreas que se puedan abarcar en el arte, aunque él se defina a sí mismo como un "humanista visionario".

En esta ocasión presenta en Roma hasta el próximo 20 de mayo una recopilación de 53 obras arquitectónicas en las que lucha contra "el predominio de Ikea".

"En mi obra busco un discurso diferente, un sentimiento diverso. Al igual que en la antigüedad, los objetos de ésta ya no son más objetos sino que tienen vida propia, se convierten en sujetos, en parte de ti", declaró Fallani en una entrevista con Efe.

El artista italiano acaba de cumplir 50 años de carrera, en la que ha buscado la innovación y la experimentación "una y otra vez", algo que se ha convertido en su máxima.

Junto a ellas, su constante mirada al futuro, en donde Fallani imagina una especie de "mutación biológica", un ser humano que va hacia el cambio, para bien o para mal.

Ejemplo de ello es el "Neovitruvio" que preside la entrada de esta colección, una revisión de la conocida obra de Leonardo Da Vinci, pero en la que este hombre está chapado en acero y carece de expresión, genitales y pelo. Se trata de un ser humano convertido en robot, todo un componente crítico que resume el espíritu de su obra.

"Aquí represento el hombre del futuro. Un hombre más de laboratorio, un ser humano artificial", explicó.

Para Fallani, la época de crisis mundial actual es una oportunidad para cambiar los esquemas, "tomar ideas diversas" y presentar "un discurso diferente".

Una propuesta de cambio que se plasma en cada una de sus 53 obras: sillones, tresillos, puertas, lámparas, ventanas e incluso objetos indefinibles que a buen seguro no dejarán indiferente al visitante.

"Vivimos en un mundo en el que todo se produce en serie, todo es minimalista; busco que lo que cada uno tenga sea único y personal, que le autodefina. Lo bueno es que ahora no hay nada de mal gusto, todo es aceptable para la masa, pero insisto: 'Menos Ikea y más personalidad'", afirmó.

Por ello, sus objetos desprenden una mirada propia, una mezcla entre mecanicismo y humanidad, colorido y grisura, movimiento y estaticidad, también presente en la mayor parte de su obra.

"La conexión entre todas ellas es la alquimia. Es una cuestión tanto de arquitectura como de filosofía. Las puertas, las ventanas... Son comunicantes, la decoración abre las puertas", razonó.

Fallani no sólo experimenta en lo que hace sino también en el cómo lo construye. Por ello, a lo largo de su carrera ha utilizado "todos los materiales posibles".

Así, el oro, la plata, la madera, el hierro o la cerámica, entre otros, componen las más diversas estructuras, entre las que no existen límites ni barreras.

"Hace un tiempo me fijaba como modelos en Da Vinci, en Francis Bacon... Ya, en ninguno, porque el pasado lo he olvidado; sólo me vale mirar al futuro", zanjó rotundo.

Sin embargo, otra gran influencia artística que tampoco niega es la de su propia esposa, Paola Crema, también diseñadora.

"Es curioso, porque Paola es una gran conocedora de la historia y en su obra siempre está la mirada al pasado. Siempre intento prever el futuro, es una buena combinación", comentó divertido.

Por ello, él y su mujer preparan una exposición conjunta para el próximo otoño en la ciudad italiana de Génova (noreste).

Entre tanto, el "Futuro Perfecto" de Roberto Fallani podrá contemplarse en la Casa de la Arquitectura de Roma hasta el próximo 20 de mayo.

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