El Sambódromo, a ritmo de carnaval olímpico

El Sambódromo de Rio de Janeiro se disfrazó por un día. El ambiente del carnaval carioca se transformó este domingo en un fiesta olímpica, con motivo del maratón femenino.

"Uffff. ¡Nada que ver!". Así resumía María Teresa Marques, una carioca sexagenaria el ambiente diferente que registraba este sábado el Sambódromo comparándolo con el que reina durante el carnaval más famoso del mundo.

Las gradas semivacías de "la pasarela de la samba" dejaban entrever las diferencias.

"En carnaval, pagas la entrada y tienes dificultades para sentarte debido a la enorme cantidad de gente que hay. Aquí todo es más tranquilo. Es como si estuvieras en otro lugar. Es extraño", explicaba la señora Marques, cómodamente instalada, con mucho espacio a su alrededor.

El escenario era de carnaval. Incluso desfilaba la escuela de samba Uniao da Ilha do Governador, una hora y media antes de la llegada de las maratonianas. Pero había poco público.

La agrupación eligió este año como tema "Olímpico por naturaleza. Todo mundo se encuentra en Rio", quedando en el undécimo lugar del carnaval celebrado en febrero.

Y los organizadores de Rio-2016 pensaron que podía representar a todas las 'scolas de samba' en esta jornada de maratón.

Los coloridos trajes de la escuela de samba y sus disfraces, algunos de ellos relacionados con temas deportivos, ponían cierto ambiente carnavalesco a los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica.

Y Maria Teresa Marques, de Tijuca, que venía con amigas y su nieto, tenía ganas de detallar las diferencias entre esta jornada atlética y la época del carnaval.

"Hemos pagado 70 reales (22 dólares) por la entrada, pero en carnaval, en esta misma zona, puedes pagar en torno a 1.000 reales (313 dólares)", explicó.

A su lado, Maria Pereira, y su hijo Patricio, originarios de Nova Iguaçu, en el sur de Brasil, y residentes en A Baixada, en Rio, asentían con la cabeza.

"El carnaval es una locura. Esto es mucho más tranquilo", señaló Patricio, vestido con una camiseta del Flamengo y llevando consigo una bandera brasileña.

"Queríamos ver algo del atletismo de Rio-2016 y ésta era una buena ocasión para animar a nuestros atletas", explicaron.

La indumentaria de las gradas del Sambódromo no tenía nada que ver con la de la época del carnaval.

El público olímpico llevaba consigo banderas y camisetas de sus países.

El Sambódromo del Marques de Sapucaí, como se llama oficialmente el lugar, diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, e inaugurado en 1984, tiene 550 metros de largo.

El lugar alberga en los Juegos de Rio, además del maratón femenino y el masculino, programado para el próximo domingo, la pruebas de tiro con arco.

El maratón femenino corrió este domingo a ritmo de samba, aunque muy lejos del ambiente y la locura del carnaval.

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