Sergio Chefjec se traslada con "Baroni: un viaje" a la Venezuela rural

  • Barcelona.- Tras cosechar el favor de la crítica con "Mis Dos Mundos" (Candaya, 2008), el escritor argentino Sergio Chefjec irrumpe de nuevo en el panorama literario español con "Baroni: un viaje" y abandona así el relato de una experiencia urbana en el sur de Brasil para sumergirse en la Venezuela rural.

Sergio Chefjec se traslada con "Baroni: un viaje" a la Venezuela rural
Sergio Chefjec se traslada con "Baroni: un viaje" a la Venezuela rural

Barcelona.- Tras cosechar el favor de la crítica con "Mis Dos Mundos" (Candaya, 2008), el escritor argentino Sergio Chefjec irrumpe de nuevo en el panorama literario español con "Baroni: un viaje" y abandona así el relato de una experiencia urbana en el sur de Brasil para sumergirse en la Venezuela rural.

"El narrador de esta novela pone en escena sus dudas, sus vacilaciones, la incertidumbre sobre lo que acaba de escribir" y plantea al lector una interrogación sobre el significado de su viaje a la Venezuela rural, y todo ello lo hace "a través de personas, de anécdotas y de paisajes", ha dicho Chefjec a Efe.

Publicada también por Candaya, la novela es una suerte de diario de ruta donde el narrador va anotando las impresiones que le causa, durante su periplo por tierras venezolanas, el encuentro con la realidad que lo rodea y con determinados personajes, como la artista popular que da nombre a la obra, Rafaela Baroni.

"Hay una estructura un poco flexible, un poco flotante. Me parece que sería un error creer que está novela es un relato de viaje", afirma el autor, que ha tratado de "cambiar un poco la perspectiva" mezclando ese género con "un poco de relato biográfico, un poco de crónica, un poco de novela y también un poco de ensayo".

Así, el objetivo de Chefjec no ha sido otro que "transmitir el clima de vacilación y reflexión en el que nos sumergimos cuando estamos tratando de pensar en voz alta", en 190 páginas que quieren "diluir las fronteras entre el mundo interior del narrador y el mundo interior del lector".

Para conseguirlo, el novelista se vale a menudo de la descripción precisa de fotografías, escenas en que la plasticidad cobra vida, el tiempo se detiene y el pensamiento representado del narrador, que ocupa un lugar central en todo el relato, se refleja con todo lujo de detalles en el paisaje y las gentes de la Venezuela rural.

"Para mí es un desafío muy atractivo plantearle ese tipo de dificultad al lector: que se enfrente a imágenes, pero que tenga que detenerse donde el narrador quiere que se detenga", reflexiona el autor porteño, que vivió quince años en Caracas antes de trasladarse en 2004 a Nueva York, donde actualmente reside.

Y es que Sergio Chefjec se siente identificado con cierta tradición literaria argentina que "considera un valor complicarle la vida al lector".

"No creo que la literatura tenga que ser siempre complicada -matiza- pero creo que es bueno que la literatura apunte a complejizar lo existente, a hacer más complejas las versiones que tenemos de la realidad".

Aunque sólo a medias, Chefjec concede que "Baroni: un viaje" comparte rasgos con la corriente literaria que puso a García Márquez o Juan Rulfo en el mapa de la literatura mundial, y con ellos, a la novelística iberoamericana.

Su autor señala que la novela tiene muy poco de realismo mágico, aunque "al mismo tiempo hay un material común, pero que yo no tomo en términos de celebración estética ni de clave o guiño para obtener la complicidad del lector".

Después de publicar "Mis Dos Mundos", el sello independiente Candaya ha apostado de nuevo por Chefjec con "Baroni: un viaje", obra cronológicamente anterior a la primera, y ha consolidado así en su catálogo a un autor que en Argentina publica en un gigante del sector: Alfaguara.

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