Storm Large, vocalista de Pink Martini: "Multar a los mendigos es vergonzoso"

Javier Herrero.

Madrid, 19 oct.- La cantante Storm Large llegó a Pink Martini para sustituir a China Forbes en una gira y se quedó. "Get happy", el último disco de la banda, es el primero en el que ha grabado su voz, que resuena también con fuerza cuando ejerce de portavoz y reafirma el ideario social que siempre les ha acompañado.

"Multar a los mendigos es vergonzoso", exclama la cantante al enterarse, ante su concierto en Madrid este fin de semana, de la idea planteada por las autoridades locales de multar a quienes "acosan" al pedir limosna.

Lo ha dicho en una entrevista telefónica con Efe ante su breve gira por España, que recalará el domingo en la sala La Riviera de la capital y el martes en el Palau de la Música de Barcelona, para presentar ese álbum de exultante título.

"Es el disco más profundo de Pink Martini con diferencia. Su título es muy apropiado porque las canciones te embarcan en un viaje emocional hacia una zona oscura, con melancolía, pero en cuyo trayecto siempre se halla esperanza y belleza", explica.

Rufus Wainwright participa en dos de los temas, el que da título al álbum y también en "Kitty come home", el favorito de Large, que destaca otras colaboraciones importantes del disco, como la de su amiga y "gran intérprete" Meow Meow en "I'm waiting for you".

China Forbes, que entre 2010 y 2011 dejó su puesto para recuperarse de una operación quirúrgica en las cuerdas vocales, reaparece en este sexto álbum de estudio y combina su voz con la de Large para añadir nuevas capas de sonoridad y riqueza.

"Somos muy diferentes y nuestras voces también lo son. China es muy elegante y tiene una forma de cantar muy limpia", aprecia esta artista, que dejó su carrera en solitario para embarcarse de forma permanente en esta concurridísima nave de Pink Martini, con más de una docena de miembros entre cuerdas, viento y metal, comandados por el piano de su fundador, Thomas Laudardale.

Se trata de todo un cambio, "muy divertido", en un estilo musical "completamente diferente", entre la música latina, el lounge, la clásica y el jazz, interpretada en los idiomas más variados.

"Al principio resultaba muy frustrante con algunas lenguas especialmente difíciles, como el farsi iraní o el ruso. Aprender un idioma es como aprender música. Se emplea la misma parte del cerebro y creo que yo lo utilizo tanto que el mío se ha hecho enorme", bromea, en una muestra más de su innegable sentido del humor.

El español no se le da mal. "Es fácil para mí", dice en castellano, que aprendió en el colegio y en el que interpreta canciones como el clásico "Quizás quizás quizás", incluido en "Get happy", en el que también hay temas en inglés, francés y alemán, por citar algunos.

Una característica intrínseca a Pink Martini es, de hecho, su vocación internacional, con extensas giras que ahora, con dos cantantes, son más fáciles de sobrellevar, porque se alternan en las visitas.

La otra es su acusado compromiso social. En esa línea, Large no puede evitar pronunciarse sobre el retroceso en los derechos que ha traído consigo la crisis mundial.

"Es muy fácil volverse cínico y pensar que la humanidad no puede existir sin herirse entre sí en nombre de la avaricia y del orgullo. Es muy fácil caer en la desesperación, pero creo que por eso soy músico, porque puedo llevar al público algo de alegría", comenta.

Considera "imperativo" que en EE.UU., su hogar, el presidente Barack Obama consiga establecer un sistema de asistencia sanitaria para todos, porque, en su opinión, "es vergonzoso lo que sucede en uno de los países más ricos del mundo".

Ella será la vocalista oficial de la banda a su paso por España, donde interpretarán algunos de los temas nuevos, pero también éxitos como "Sympathique" y guiños al español, como "Dónde estás, Yolanda".

"Los españoles tienen el mejor sentido del ritmo del mundo. Bailáis, dais palmas y ofrecéis tanto amor que estoy deseando actuar allí", asegura Large, que promete "mucha diversión y posiblemente globos", añade entre risas.