Santander, 30 oct.- La artista británica Tacita Dean cierra en Santander, al menos temporalmente, un círculo creativo, el que hasta ahora ha supuesto el mar en su obra, y presenta en una muestra sus películas de 16 milímetros, que reivindica como un formato "amenazado de muerte" y olvidado por la industria del cine.
La Fundación Botín de Santander acoge, hasta el 12 de enero de 2014, la exposición "De mar en mar", que recoge obras realizadas por esta artista desde 1994 hasta este mismo año.
Todo partió cuando el exdirector de la Tate Modern y comisario de la muestra, Vicente Todolí, sugirió a Tacita Dean que tomara como tema el mar, esencial en su trayectoria y para entender la idiosincrasia de Santander, su historia y su cultura.
La artista ha reconocido que no recibió con agrado la propuesta e incluso "gruñó un poco", pero comparte que Santander, una ciudad volcada al mar, es una buena plaza para "hacer algo relacionado con el medio acuático".
De este modo, Tacita Dean vuelve a sus orígenes y retoma este elemento, que apenas había trabajado desde el año 2000, cuando se mudó a Berlín.
Y es que, desde esa migración alemana, solamente en 2008 había trabajado este tema, para una exposición en una ciudad próxima a su localidad natal.
La película que presentó entonces puede verse en Santander y plantea un arduo viaje cruzando el canal de La Mancha en barco. "Es posible que hasta lleguen a marearse", ha bromeado la artista.
Aunque cree que en Santander se cierra ahora "un círculo perfecto", Tacita Dean no se pronuncia sobre si será su último trabajo relacionado con el mar. "No lo sé yo tampoco", abunda.
La exposición reúne las características películas de 16 milímetros de la creadora, pero también obras fotográficas y dibujos en tiza sobre pizarras, uno de los primeros soportes de los que se sirvió Tacita Dean.
Para ponerla en marcha se ha "tirado mucho de archivos", con material que también se recopila en el libro "De mar en mar. The sea works of Tacita Dean".
Un escuadrón de barquitos de papel, recortes de prensa, un disco de David Bowie ("The Jean Genie") y, cómo no, la tradicional maqueta de velero dentro de una botella conviven en la Fundación Botín con piezas como las dos pizarras en las que Tacita Dean trabajó cuando era estudiante de Bellas Artes, hace veinte años.
Las pizarras estaban abandonadas en el estudio de la artista. De hecho, Tacita Dean ha confesado que llegó a pensar en tirarlas, pero finalmente vio una oportunidad para terminarlas e incluirlas en la muestra de Santander.
Y mientras estos días se montaba la exposición en la Fundación Botín, la artista ha apurado para concluir, poco antes de presentar esta muestra, la que ahora constituye, a la vez, su primera y última creación sobre el mar.
En la Fundación Botín también está otra de sus primeras obras, "Girl Stowaway" (Polizona), basada en el viaje de una polizona desde Australia hasta Falmouth (Inglaterra) en 1928.
Dibujos, recortes de prensa y los pequeños barcos de papel ayudan a evocar la travesía de esta mujer, que finalmente arribó a la costa británica, y cuya historia se recuerda también con una película.
Tacita Dean trabaja con película de 16 milímetros y lo defiende a capa y espada. "Yo no quiero trabajar en otro formato", señala, pese a admitir que, si se acabara este sistema, es probable que su trabajo también desapareciera.
La artista es activa en la defensa de este formato, ya que participa en una campaña para "salvarlo", que cuenta con una web en proyecto (savefilm.org).
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