Talavante cortó una oreja e injusticia con Joselito Adame

  • El diestro español Alejandro Talavante cortó una oreja y toda una injusticia para el mexicano Joselito Adame al no obtener trofeo en el quinto, en la primera corrida mixta del 66 aniversario de la Monumental Plaza México.

México, 4 feb.- El diestro español Alejandro Talavante cortó una oreja y toda una injusticia para el mexicano Joselito Adame al no obtener trofeo en el quinto, en la primera corrida mixta del 66 aniversario de la Monumental Plaza México.

También actuaron el mexicano Octavio García "El Payo" y la rejoneadora portuguesa Ana Batista.

Ante una entrada calculada en unos 18.000 espectadores, en tarde agradable, sin viento ni frío, se lidiaron un toro de La Punta para rejones, que ha sido muy bueno, y en la lidia ordinaria, ocho de la dehesa de Barralva, dos de regalo, desiguales en todo, tipo condiciones de lidia. Los mejores cuarto y quinto, este premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Batista, con el toro que abrió plaza, tuvo momentos buenos, es una buena amazona que fue la cualidad que más se le apreció. Clavó banderillas y toreó bien a caballo. Se lució pero estuvo mal con el rejón de muerte y escuchó pitos. Aplausos a los forcados que actuaron.

Talavante, con el primero de la lidia ordinaria, un toro sin opción, se mostró valiente y mató regular, silencio. Con el cuarto, al que toreó muy bien, el extremeño hizo una faena que fue de menos a más, pero pinchó y todo quedó en una salida al tercio. Intentó dar la vuelta al ruedo y fue pitado. Con un sobrero de regalo, otro astado sin fondo, instrumentó una faena de mucho mérito y lo mató de estocada. Fue premiado con una merecida oreja.

Joselito Adame, con el segundo, otro ejemplar que no tuvo nada. Estuvo valiente y escuchó aplausos a su voluntad. Con el quinto, muy bien con el capote, las banderillas y una faena iniciada de rodillas y haciendo el toreo bueno, con reposo y firmeza. Aparecieron los reventadores y fue una injusticia para el mexicano. Lo pinchó dos veces y salió al tercio con pitos y palmas. Regaló un octavo, otro ejemplar deslucido, en el que estuvo valiente, esforzado y mató de dos viajes. Escuchó tibios aplausos.

"El Payo" no anduvo bien, no fue su tarde. El tercero sin fuerza era muy deslucido y el otro desabrido, sin emplearse ninguno de los dos toros y el torero. Mató pronto y fue pitado.

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