Un historiador asegura que el documento acredita que el Cardenal Cisneros era natural de Palencia

Palencia.- El historiador venezolano residente en España Álvaro García Castro, autor del libro "La villa de Cisneros de Campos", ha asegurado que se ha localizado un documento que acredita que el Cardenal Cisneros era natural de la villa palentina que lleva el mismo nombre.

Según un comunicado del historiador al que ha tenido acceso Efe, el documento ha sido hallado en el archivo privado de la familia Fidalgo Velasco, de Cisneros, quienes desde hace varias generaciones habitan la casa que perteneciera a la familia Bravo de Acuña, una estirpe de aristócratas emparentada, según el documento, con el Cardenal.

García Castro ha afirmado que "el documento refuerza otras evidencias indirectas", como son las afirmaciones de ciertos coetáneos y las muchas mercedes, obras y favores que el Cardenal hizo en la villa.

Además, la tradición de Cisneros siempre ha sostenido que el ilustre personaje nació y pasó sus primeros años allí.

Hace un siglo, el sacerdote Aurelio de Santiago afirmaba haber visto un documento del año 1595 donde se decía que el prelado y regente de Castilla era originario de esta localidad palentina. Sin embargo, no se pudo localizar el archivo, por lo que siempre quedó la duda de su existencia.

Después de varios intentos de búsqueda infructuosos, la copia del siglo XVII ha aparecido en un archivo privado en la misma casa donde en el siglo XVI sus autores, los Bravo de Acuña, lo emitieron con motivo de la celebración de unas capitulaciones con el convento de Santa Catalina.

En concreto, la transcripción literal del texto, además de recoger el parentesco con dicha familia, dice "villa de Cisneros, donde el reverendísimo Cardenal Francisco de Cisneros fue natural".

Francisco Jiménez de Cisneros, cuyo nombre de pila era Gonzalo, más conocido como el Cardenal Cisneros, fue arzobispo de Toledo y Primado de España, perteneciente a la Orden Franciscana, tercer Inquisidor General de Castilla y regente de la misma a la muerte de Fernando el Católico.

A la muerte de Felipe el Hermoso presidió también el Consejo de Regencia que asumió el gobierno sin consentimiento de la reina Juana, hasta la llegada de Fernando el Católico.