Villena se traslada en "Majestad caída" al Madrid y el Buenos Aires del s.XX

  • Al narrador y poeta Luis Antonio de Villena, una de las voces más prolíficas del panorama intelectual y creativo en España, siempre le han interesado los perdedores como metáfora sobre el sentido de la vida, y por eso ha construido a Aníbal Turena, protagonista de "Majestad caída", su última novela.

Carmen Sigüenza

Madrid, 10 may.- Al narrador y poeta Luis Antonio de Villena, una de las voces más prolíficas del panorama intelectual y creativo en España, siempre le han interesado los perdedores como metáfora sobre el sentido de la vida, y por eso ha construido a Aníbal Turena, protagonista de "Majestad caída", su última novela.

Un personaje inventado, poeta y pintor de origen francés, que llevaba habitando años en la cabeza del escritor, según él mismo explica a Efe, y que acaba de tomar cuerpo, en medio de otros muchos personajes que sí son reales, en el Madrid de los últimos días de la República y el Buenos Aires que va de los años veinte a los sesenta.

Y es que "Majestad caída", publicada por Alianza, relata la búsqueda que emprende un narrador para averiguar quién fue Aníbal Turena, un republicano, laico y moderado, que se fue de España -"porque no le gustaba cómo iban las cosas", dice Villena- a Argentina y que, a pesar de tenerlo todo para triunfar, nunca lo hizo y terminó desapareciendo, sin saberse dónde ni cómo.

"Todos somos perdedores. Todos soñamos con algo que no se cumple, o hemos querido hacer algo en la vida que, al final, ha sido un fracaso", explica.

Y, en esta novela, no solo Turena, "que muere con la sensación de que pertenece a un país destruido", sino muchas de las otras voces corales que la pueblan, pierden un poco.

Con Turena -que hasta su desaparición en 1950 publicó varios poemas en la revista "Sur", fundada por Victoria Ocampo, y que según su autor también publicó la novela "El olor de la pasión", un ensayo sobre el Japón-, entran en la novela muchos personajes corales que sí vivieron.

"A algunos los conocí en persona, y de ellos solo hay uno vivo, Amelina Correa. Pero a otros muchos no los conocí y sí que existieron, como el escritor Melchor Almagro, del que pongo datos en el libro que son ciertos, como sus aventuras homosexuales en un barco que iba de Colombia a Berlín en la I Guerra Mundial.

Ficción y realidad en una Argentina generosa con el exilio español y plagada de intelectuales, con Borges, la revista "Sur" y Bioy Casares. Toda una época que también vivió la escritora Rosa Chacel, que fue quien le relató a Villena muchas de esas vivencias.

Pero también desfilan por el libro, entre otros muchos, Melchor Almagro, Antonio Porchia, uno de los grandes autores argentinos de origen italiano, el italiano Giovanni Boldini, gran retratista del siglo XX, o la segunda duquesa de Dato, hija de Eduardo Dato -presidente del gobierno español en 1921, cuando fue asesinado por un anarquista-, que se fue de España.

Una época de una España un poco frustrante, en opinión del autor de "Ante el espejo" o "Huir del invierno", que volvemos a vivir ahora, "no por lo mismo -advierte-, sino porque hoy hay un gran descontento y una gran frustración, pues tenemos la sensación de que alguien nos ha engañado, de que nos hemos dejado robar por un capitalismo salvaje".

"La gente está indignada -continúa-, todos estamos indignados. Los políticos no están a la altura, no son capaces de responder, y lo hacen con evasivas, y Madrid se ha convertido en una ciudad muy triste, como Italia o Bruselas. Curiosamente, es en América del Sur donde está hoy la vitalidad, a pesar de tener a Cristina Fernández en Argentina", argumenta.

Villena afirma que "alguien le tiene que recordar a la señora Merkel que Alemania no gobierna Europa. A pesar de esa gran capacidad de reconstrucción que tienen, no se les puede olvidar que fue Alemania la que organizó dos guerras mundiales", concluye.-

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