Zangarrón, entre mascaradas más antiguas de la Península Ibérica, abre 2013

Montamarta (Zamora), 1 ene.- La localidad zamorana de Montamarta ha comenzado 2013 reviviendo una de las mascaradas de invierno más tradicionales y antiguas de la Península Ibérica, con el Zangarrón, cuyos orígenes se remontan a las celebraciones del cambio del solsticio en la época romana.

Esta mascarada supone que la localidad viva "uno de los días más grandes del año y el que le da su identidad al municipio", ha explicado a Efe el presidente de la asociación cultural del Zangarrón de Montamarta, José Ramón Pérez.

Desde primera hora de la mañana el Zangarrón se dedica a ir casa por casa felicitando el año y pidiendo el aguinaldo a los vecinos, hasta el mediodía, cuando llega a la ermita de Nuestra Señora del Castillo, donde hace una reverencia a la entrada de las autoridades municipales en señal de sumisión.

Durante la misa, el Zangarrón espera a la entrada de la ermita hasta que el sacerdote da la bendición, momento en el que entra, hace tres reverencias, se acerca hasta el altar donde pincha con el tridente dos hogazas de pan, se las lleva y vuelve a saludar con tres reverencias al marcharse.

De vuelta al pueblo, el Zangarrón se despide en la plaza de la localidad tras perseguir a los vecinos del municipio, a los que azuza con su tridente.

El Zangarrón lo representa uno de los quintos del pueblo. "Hasta el momento ha habido suerte y siempre ha habido jóvenes para hacerlo", ha comentado Pérez, quien ha detallado que el traje consiste en "dos toallas en cada pierna, amarilla y marrón, y el blusón que es una colcha de cama, además de la careta".

Los accesorios son tres cencerros que lleva atados en el cinto, a la espalda, y un tridente que porta en la mano y con el que golpea a los jóvenes que se encuentra durante su recorrido por el pueblo.

El Zangarrón volverá a salir a las calles de Montamarta durante la festividad de Reyes, cuando nuevamente recorrerá el municipio pidiendo el aguinaldo y asustando a los vecinos. EFE

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