22-m. El pp pide para cataluña “un cambio de verdad, no un cambio de siglas”


La presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, afirmó este miércoles que la comunidad autónoma necesita “un cambio de verdad, no un cambio de siglas” después de tres décadas en las que los nacionalistas de CiU y los socialistas del PSC se han repartido los principales órganos de gobierno.
Durante un mitin en el Polideportivo Hospitalet Nord ante más de 2.200 personas, Sánchez Camacho se quejó de que los catalanes llevan “más de 30 años” soportando a alcaldes y presidentes autonómicos de los mismos partidos y sentenció que ha llegado el momento de ponerle fin.
Aseguró que el PP representa el verdadero cambio para poder sacar al país de la crisis, si bien advirtió de que sus candidatos no tienen “soluciones mágicas” y tendrán que tomar decisiones complicadas si gobiernan, por lo que auguró que vendrán “tiempos duros y difíciles”.
Sánchez Camacho habló de inmigración para pedir que la llegada de extranjeros se produzca de forma “legal, ordenada e integrada” y reclamar que los inmigrantes que llegan a Cataluña tengan que “cumplir las leyes”.
En su discurso, vinculó inmigración y delincuencia cuando exigió un endurecimiento del Código Penal para evitar “que los delincuentes reincidentes entren por una puerta y salgan por la otra” de las comisarías.
Asimismo, la presidenta del PP catalán criticó a CiU pese a ser su potencial socio de gobierno en muchos ayuntamientos de Cataluña por haber trasladado a la Generalitat la técnica de Zapatero de tener “lengua fácil con las promesas y tijera larga con los recortes”.
Sánchez Camacho acusó a Artur Mas de tener una “agenda oculta” y de querer recortar los horarios de los quirófanos y reducir el número de plazas en los hospitales. Las 2.200 personas que llenaban el Polideportivo, en su inmensa mayoría jubilados, recibieron con una ovación la denuncia de su lideresa.
“CAMBIO SENSATO” EN BARCELONA
Por su parte, el candidato del PP a la Alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, pidió un “cambio sensato” en la capital para conseguir que la ciudad y el conjunto de Cataluña salgan de la crisis económica.
Pese a que su objetivo tras los comicios es pactar con CiU para gobernar conjuntamente el Ayuntamiento, Fernández Díaz arremetió contra los recortes que está llevando a cabo en la Generalitat la formación nacionalista y apostó por reducir el gasto público con menos coches oficiales y menos puestos de confianza.
El candidato del PP advirtió de que es necesario convertirse en la llave del próximo gobierno municipal porque, de lo contrario, el tripartito puede volver a reeditar la alianza de las últimas legislaturas o pueden unirse todas las formaciones nacionalistas para hacer alcalde a Joan Laporta, el ex presidente del FC Barcelona.
Su discurso fue acogido con cánticos de “¡España, unida, jamás será vencida!” por parte del público, un eslogan que no se ha escuchado en toda la campaña electoral en ninguno de los mítines que ha llevado a Mariano Rajoy por todas las comunidades autónomas del país.

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