22-m. Rubalcaba acusa a rajoy de fingir que su mano derecha no sabe lo que hace la de "más a la derecha"

El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó hoy que el presidente del PP, Mariano Rajoy, pretende "hacer creer que su mano derecha no sabe lo que hace la otra, la que está más a la derecha".
De esta forma tan gráfica definió, en un mitin en Orense en el que de nuevo fue recibido a gritos de "¡Presidente, presidente!", la estrategia que acuñó como "el método Rajoy". Dicha táctica consistiría en no proponer ideas ni iniciativas, no decir lo que "su partido piensa" y simular que "no se entera de nada" cuando "aparecen los otros"; por ejemplo, el expresidente del Gobierno José María Aznar y el candidato del PP a la Alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz.
A Aznar le recriminó esta vez haber dicho que el Gobierno se ha pasado la legislatura "removiendo huesos", en relación a las tumbas de republicanos desaparecidos durante el franquismo. Y se preguntó "qué tendrá en la cabeza, qué tendrá en las tripas y cuánto rencor tiene que haber acumulado" el ex jefe del Gobierno para no comprender el derecho a "enterrar como Dios manda a sus muertos".
Por su parte, a Fernanez Díaz le criticó haber insinuado que la inmigración ha revivido enfermedades erradicadas, lo que a juicio de Rubalcaba es una muestra de "xenofobia agresiva" y una "agresión a la convivencia" que incita a los padres a sacar a sus hijos de los colegios que tengan inmigrantes.
Así, el vicepresidente se preguntó por qué Rajoy, que ha llegado a hacer promesas a los inmigrantes, "no corrige estas barbaridades", si es que "no manda en su partido", si "no quiere decir lo que su partido piensa" o si "juega a la estrategia de poli bueno, poli malo". "¿Por qué quiere hacernos creer que su mano derecha no sabe lo que dice la otra, la que está más a la derecha", concluyó con sarcasmo.
"EMBARRAR LA CAMPAÑA"
Rubalcaba también devolvió al presidente del PP la acusación de intentar "embarrar la campaña", algo que, desde su punto de vista, hacen los populares porque el electorado socialista "se retrae" de votar cuando el ambiente electoral se enrarece y sólo se habla de barro.
A partir de ahí, se dirigió directamente a los votantes socialistas desencantados "de buena fe", a quienes les advirtió de que "la indiferencia no construye nada" y les garantizó: "Seguimos siendo los mismos y lo que se discute es lo mismo de siempre, sólo que infinitamente más importante después de una crisis económica". El debate ahora, aseguró, es tratar de que el Estado del Bienestar "no sea un pálido recuerdo del siglo XX".
Rubalcaba resaltó que "no hay nadie de derechas que diga que es de derechas", se burló de la etiqueta de "centro reformista" que reivindica el PP diciendo que "parece una empresa de rehabilitar fachadas" e hizo una encendida profesión de fe socialista, con referencia expresa a "dos nombres: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero".
El vicepresidente insistió en el mensaje de desvincular al Gobierno de la crisis, que atribuyó a "unos desalmados" al frente del sistema financiero y a que aún no se ha logrado desterrar el principio de que "cuando hay beneficios se privatiza y cuando hay pérdidas se socializa". En cualquier caso, puntualizó que ése "no es nuestro principio", lamentó que "nos hemos comido la crisis" igual que a Felipe González le tocó reconvertir las industrias del franquismo.