Este emplazamiento "sigue asentándose todavía y aún tardará al menos un año, después de haber depositado 70.000 toneladas de arena donde antes había piedras", han añadido desde este grupo empresarial.
La arena es un sedimento movible que provoca que la playa esté en plena transformación, "sin que esta circunstancia afecte en absoluto a su futura operatividad, ya que sólo repercute a una mínima parte de la playa, que se regenera de forma natural".
El cambio de mareas provoca que la arena se desplace hasta el punto de que aparecen callaos en la orilla. Es una circunstancia que se repite en otras playas abiertas al mar como en Maspalomas, donde a lo largo del año las batidas del mar arrastra arena al fondo.
El hecho de no contar con un dique artificial y ser una playa abierta hace que la arena se regenere con mayor rapidez, lo que beneficia a su limpieza y filtración natural.
Esta iniciativa, que ha tardado casi dos décadas en ver la luz, tiene una longitud cercana a los 300 metros y una anchura de 50 metros tras sustituir los bolos piedras por arena rubia. Una playa que tendrá forma de concha en el futuro cuando finalice de asentarse.
NUEVA OFERTA DE OCIO
La playa de Anfi Tauro supondrá una nueva oferta de ocio única porque no existía ninguna de estas características en Canarias y que responde a la demanda turística de la Isla, han asegurado desde Anfi.
Se trata de "una iniciativa empresarial cien por cien privada que supone la punta del iceberg del futuro desarrollo del proyecto de Anfi Tauro".
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