MADRID. LA COMUNIDAD ANUNCIA MEDIDAS PARA FAVORECER EL ACCESO AL EMPLEO DE LA POBLACIÓN GITANA

La Comunidad de Madrid anunció hoy que va a impulsar una serie de medidas para mejorar el acceso al empleo de la población gitana de la región, en el marco de la Estrategia Madrileña de Atención al Pueblo Gitano que está ultimando el Gobierno regional.
Así lo anunció el consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, que ha participado en un homenaje a la mujer gitana, con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, organizado por la Asociación de Mujeres Gitanas Alboreá.
“La Comunidad se comprometió a hacer una gran estrategia en favor del pueblo gitano, una estrategia basada en seis ejes: educación, empleo, vivienda, sanidad y servicios sociales, cultura e igualdad y no discriminación”, señaló Izquierdo en declaraciones a los medios a la salida del homenaje.
Según el dirigente autonómico, el Gobierno regional está actuando, "junto a las entidades que trabajan en favor del pueblo gitano", para “quitar estereotipos y trabajar en la integración y la normalización”. “Todo ello respetando su cultura, sus valores, sus tradiciones”, matizó.
“LO PRIMERO ES LA EDUCACIÓN”
La presidenta de la asociación Alboreá, Rosalía Vázquez Barrul, puso el acento en la educación como base del “desarrollo” del pueblo gitano y para que éste “pueda empezar desde cero” y no “desde menos de cero”.
“Lo primero es la educación y lo demás viene por añadidura, pero la libertad te la da la educación. Hasta que no tengamos una buena educación y podamos buscar un buen empleo, no seremos libres”, declaró Vázquez.
Para esta representante del pueblo gitano, “lo primero” es educar “a las mujeres”, porque “cuando se educa a una niña, se educa a una familia entera”. “Queremos que se eduquen las mujeres, porque somos las primeras educadoras de nuestros hijos. Somos las transmisoras de nuestra cultura, porque no está escrita”, indicó.
Vázquez Barrul reconoció que se siente “orgullosa de ser española”, porqueen España se sienten “arropados” por las instituciones. “Nos entran escalofríos viendo cómo tratan a los gitanos en otros países”, destacó.