En un comunicado, el GiG ha insistido en la necesidad de reforzar y ganar eficiencia en la red eléctrica de las comarcas gerundenses para evitar los colapsos, y ha añadido que, teniendo en cuenta el precedente de la oposición a la MAT, "es mejor abandonar las posturas maximalistas y sentarse a negociar un trazado respetuoso con el medio ambiente y con las viviendas".
La línea La Farga-Juià es un proyecto de interconexión eléctrica de 220 kv y 5,6 kilómetros de longitud que servirá para unir las subestaciones de Juià y La Farga, en Sant Julià de Ramis, con el que se pretende reforzar la alimentación de la subestación de Juià, el centro desde el que se alimenta, a través de la red de Endesa, toda la mitad norte de las comarcas de Girona, sobre todo la Costa Brava.
Hasta ahora, esta zona recibe el suministro de dos circuitos a 220 kv, con salida de Bescanó, pero con el aumento de la demanda de la zona se han quedado insuficientes; recientemente, Endesa ha construido y puesto en marcha una nueva línea a 110 kv de salida de esta subestación para reforzar la red.
El proyecto salió a información pública y se ha presentado el estudio de impacto ambiental para obtener la declaración por parte de la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad, en el que se proponen diversas alternativas de trazado.
La nueva línea afecta a los municipios de Juià, Celrà, Bordils, Cervià de Ter y Sant Julià de Ramis, y la obra está presupuestada en 1.864.569 euros.
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