Chile entierra a Aylwin, el presidente de la restauración democrática

Con una misa en la catedral de Santiago y un concurrido cortejo por las calles del centro de la ciudad, Chile dio el último adiós a Patricio Aylwin, el presidente que restauró la democracia tras la cruenta dictadura de Augusto Pinochet.

En el tercer día de duelo nacional decretado por el gobierno de Michelle Bachelet, tras su muerte el martes a los 97 años por causas naturales, Aylwin fue sepultado en el cementerio General de Santiago, al final de una solemne ceremonia fúnebre.

La presidenta Michelle Bachelet destacó "su coraje, humildad y su entrega a la democracia chilena". Aylwin asumió el poder en marzo de 1990 después de ganar unos comicios generales que convocó la dictadura de Pinochet (1973-1990).

"Él defendió con porfía la unidad y el reencuentro de los demócratas (...) puso su trabajo, su carácter y sus sabiduría al servicio de la reconciliación de los chilenos", agregó la socialista.

Con Pinochet como jefe del Ejército, Aylwin lidió con la presión que siguió ejerciendo en democracia el exdictador, quien durante su mandato volvió a sacar a las tropas a las calles.

Con ese marco instauró una "política de los consensos", hoy criticada, mientras que asumió una difícil posición entre las víctimas, a las que les comunicó que se haría "justicia en la medida de lo posible".

Y a un año de asumir el poder, Aylwin pidió perdón en nombre del Estado chileno.

En el plano económico, sus cuatro años de gobierno estuvieron marcados por un robusto crecimiento de la economía chilena, en torno al 8%, y la reducción de la pobreza del 40 al 30%.

Este viernes tras una larga ceremonia en la Catedral, el féretro cubierto con la bandera chilena salió custodiado por los nietos del expresidente, la compañía de Bachelet y los exmandatarios Eduardo Frei (1994-2000), Ricardo Lagos (2000-2006) y Sebastián Piñera (2010-2014).

Miles de personas se volcaron a las calles en las distintas zonas del recorrido, agitando pañuelos blancos y haciendo ondear banderas chilenas frente al auto que, cubierto de pétalos de flores, transportó los restos del político.

"Aylwin es el rostro de la transición democrática en el mundo, él nos llevó de vuelta al mundo después del aislamiento internacional que estábamos en la dictadura", comentó el canciller chileno, Heraldo Muñoz, al despedir al exmandatario.

Así Chile despidió al presidente que comenzó la reconciliación tras un régimen que dejó más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos.

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