Colombiana clama por justicia a 20 años de desaparición de familiares

Una mujer colombiana cuyo esposo y hermanos desaparecieron 20 años atrás clamó este martes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por justicia y por conocer lo que ocurrió con sus seres queridos cuando fueron llevados por militares y paramilitares.

Flor Gallego, quien perdió a su esposo, dos hermanos y otros familiares en la Vereda La Esperanza, entre el 21 de junio y el 27 de diciembre de 1996, pidió al tribunal regional hacer realidad su anhelo de encontrar los restos de sus seres queridos.

"Son 20 años de dolor, de búsqueda. Ustedes (jueces de la corte) sí le van a exigir al Estado colombiano que haya una búsqueda de nuestros seres queridos. Hay padres que han muerto esperando conocer la verdad de lo que ocurrió con sus hijos", expresó Gallego entre sollozos.

En el primero de dos días de audiencias ante la Corte IDH sobre el caso de Vereda La Esperanza, Gallego recordó cuando miembros del grupo paramilitar Autodefensas del Magladena Medio, apoyados por la cuarta brigada del ejército, sitiaron la comunidad y provocaron la desaparición de 12 personas, incluyendo tres menores de edad, al acusar a los pobladores de colaborar con las guerrillas izquierdistas.

"El Estado, para reparar los hechos, no debe atreverse a pedir perdón sin que reconozca los hechos de dolor que nos han causado. Que el Estado tenga el coraje de aceptar los hechos y no volver a desmentir nuestra realidad, nuestro testimonio y nuestra verdad. El Estado ha sido indiferente durante 20 años. Si no lo hubiera sido ya hubiéramos enterrado a nuestros seres queridos", expresó Gallego, quien tenía cinco niños pequeños al quedar viuda.

En la audiencia, la abogada del Estado colombiano, Angela Ramírez, dijo a Gallego que "lamentamos mucho los hechos y reconocemos el gran valor que usted ha tenido en la búsqueda de la verdad".

Según el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), el caso "ocurre en el contexto del conflicto armado de Colombia y ejemplifica cómo los grupos paramilitares ejercieron una práctica sistemática y generalizada de violaciones a los derechos humanos, en participación y tolerancia de las fuerzas militares".

Gallego dijo que el caso llegó a la Corte IDH después de que ella y otros familiares de víctimas tocaron las puertas de la justicia colombiana sin obtener información sobre el paradero de sus seres queridos.

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