Comandante regional de policía suspendido por el desastre de Hillsborough

Un comandante de policía regional británico fue suspendido este miércoles, después de que una investigación concluyera por primera vez que la policía cometió negligencias que llevaron a la muerte de 96 hinchas del Liverpool en el estadio inglés de Hillsborough en 1989.

David Crompton, comandante de la policía de South Yorkshire, no estaba a cargo del cuerpo en el momento de los hechos, pero fue suspendido "por la erosión de la confianza pública", dijo Alan Billings, el supervisor de la policía en South Yorkshire, en el norte de Inglaterra.

Crompton presentó excusas a las familias el martes, cuando se publicaron las conclusiones de dos años de investigación, pero las familias las rechazaron argumentando que siempre trató de encubrir las negligencias.

"La policía de South Yorkshire y sus altos mandos han tratado de negar responsabilidades y desviar la culpa a otros, en particular a unos hinchas inocentes", dijo Stephen Wirght, hermano de uno de los muertos, al diario The Guardian.

Crompton se convierte en el primer suspendido en un caso que podría acabar con policías encausados y condenados.

Los 96 hinchas del Liverpool murieron asfixiados, aplastados contra una verja del estadio de Hillsborough, en Sheffield, en 1989, después de que la policía decidiera abrir los accesos y la gente acabara entrando sin control.

Inicialmente, sin embargo, la policía culpó a los hinchas de ir borrachos y de haber provocado el siniestro al tratar de ingresar sin entradas, tres años después de que unos hinchas del Liverpool asaltaron una tribuna ocupada por hinchas de la Juventus en una final de Copa de Europa, causando la muerte a 39 personas.

La comisión que hizo público su veredicto el martes concluyó que la muerte de los aficionados fue un delito de negligencia y no un accidente, un acontecimiento en el que los hinchas no tuvieron ninguna culpa.

Un día después de las conclusiones de la investigación miles de personas se juntaron en el Saint George Hall para rendir homenaje a las víctimas.

Las palabras "Verdad" y "Justicia" se escribieron en rojo y mayúscula sobre una enorme bandera extendida entre las columnas del imponente edificio.

Muchos de los participantes acudieron vestidos de rojo, el color del Liverpool, para depositar ramos de flores, bufandas y banderines. La ceremonia comenzó desglosando por los altavoces los nombres de las 96 víctimas.

"El muro de las mentiras finalmente cayó. Estamos unidos en el duelo, en el amor y en el apoyo", señaló Joe Anderson, alcalde de Liverpool.

Kenny Daglish, el técnico del equipo Red en el momento del drama, leyó un pasaje de la Biblia y luego entonó el "You'll never walk alone", el conocido himno del club, siguiéndole la multitud en uno de los grandes momentos de la tarde.

Luego las familias y los próximos de los fallecidos desfilaron por el micrófono para mostrar su satisfacción por los resultados de la investigación.

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