DESCUBIERTA UNA MOLÉCULA QUE PROTEGE AL RIÑÓN FRENTE A LA TOXICIDAD DE ALGUNOS FÁRMACOS

Investigadores del Laboratorio de Fisiopatología Renal del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid han descubierto una molécula que actúa como protector del riñón frente a la toxicidad de otros fármacos, lo que permitirá también mejorar los tratamientos más potentes para cáncer, VIH y trasplantes.
El descubrimiento fue presentado por sus investigadores este miércoles en el centro hospitalario. Entre ellos, el doctor Alberto Tejedor explicó que “el fracaso renal agudo es la detención brusca de los riñones que se produce por infecciones graves e intoxicaciones. Según datos de 2014, de 1.900.000 pacientes que ingresaron en un hospital en la Comunidad de Madrid, 60.000 tenían un fracaso renal agudo. Esta enfermedad no sólo incrementa la estancia hospitalaria, sino que también multiplica por tres los costes sanitarios y reduce la calidad de vida del paciente, ya que en los primeros estadios puede ser reversible pero en estados más avanzados requiere de diálisis”.
Más de un 40% de estos fracasos se relacionan con efectos secundarios de tratamientos farmacológicos. Según afirmó en rueda de prensa el doctor Alberto Lázaro, otro de los investigadores de este centro hospitalario, “el descubrimiento de esta molécula es fruto de una línea de investigación que este hospital inició en la década de los 90. Este centro ha patentado esta molécula que se convertirá en el primer nefroprotector que ayudará a prevenir el fracaso renal agudo, ya que consigue bloquear su progresión”.
Los científicos han demostrado que esta molécula, llamada ‘cilastatina’, protege el riñón en más del 80% de los casos frente a la toxicidad de fármacos como inmunosupresores, antibióticos o antirretrovirales, esenciales en el tratamiento del cáncer, los trasplantes, el VIH y otras infecciones.
Cuando provocan toxicidad renal deben cambiarse por alternativas terapéuticas menos eficaces, más costosas para la sanidad pública y con mayores complicaciones para el paciente. En otras ocasiones se tiene que llegar a interrumpir el tratamiento.
Con esta nueva molécula este riesgo desaparece porque además de proteger al riñón permitirá mejorar estos potentes tratamientos al ser posible prolongarlos en el tiempo sin riesgo para el riñón.
Según adelantó el doctor Tejedor, “los ensayos clínicos con este fármaco comenzarán en 2018, ya que hemos realizado los ensayos preclínicos y el estudio ya ha sido publicado en varias revistas internacionales”.

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