ECUADOR. 120.000 NIÑOS SIGUEN SIN IR A CLASE DOS MESES DESPUÉS DEL TERREMOTO

Más de 120.000 niños de Ecuador siguen sin clase después de que el terremoto del pasado 16 de abril afectara a más de 280 centros educativos de la región noroeste del país. “Quizá ésta sea una de las consecuencias más graves a largo plazo. Se perdieron más de 600 vidas y más de 350.000 personas se vieron afectadas, pero las escuelas son fundamentales para cambiar el futuro”.
Así lo explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas, que recuerda que uno de esos centros afectados fue el colegio salesiano San José de Manta, que ha tenido que ser demolido en parte y que necesita reconstruirse para que más de 1.000 niños y niñas puedan volver a las aulas.
Además, muchos pequeños no podrán volver a la escuela porque sus padres han perdido sus empleos. Es el caso de Jorge Ferrín, que busca una oportunidad laboral para que su hija pueda volver a estudiar, o el de Yamileth Espinales, de 14 años, que explica que ha acudido al centro San José a pedir ayuda porque su padre ha perdido el trabajo y su única ilusión es “volver a la escuela”.
Según afirmó este martes en un comunicado, Misiones Salesianas han enviado 174.500 euros para ayudar en la emergencia, pero aún quedan mucha cosas por hacer y “las secuelas aún se ven” en los afectados.
“Es momento de pensar de manera creativa para ayudar a reactivar la economía local y ayudar a las personas a levantarse de nuevo”, señala Luis Mosquera, director de la comunidad salesiana en Manta, una de las zonas más afectadas por el terremoto. “De manera concreta, por ejemplo, hay que reconstruir el colegio San José de Manta, que es probable que supere los tres millones de euros”, añade Muñoz.

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