Ejército sirio se apodera de territorio rebelde en corazón de Alepo

Las fuerzas regulares sirias avanzaron sobre territorio controlado por los rebeldes dentro de Alepo este jueves, reconquistando grandes sectores en la devastada ciudad, horas después de que Damasco anunciara que reduciría los bombardeos.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las tropas leales a Damasco controlan ahora la mitad del distrito de Bustan al Basha, cerca del centro de la ciudad, dividida en sectores controlados por los rebeldes (este) o las fuerzas del gobierno (oeste).

"Es el avance de fuerzas más importante del régimen en Alepo desde 2013", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Estos movimientos se producen dos semanas después de que el gobierno anunciara una operación para reconquistar el este rebelde de la ciudad, tras el colapso de una última tregua negociada entre Estados Unidos y Rusia.

Esta ofensiva comenzó con intensos bombardeos aéreos y de artillería pesada, que dejaron más de 270 muertos, según el OSDH.

El miércoles, el Ejército sirio anunció sorpresivamente que reduciría sus bombardeos "tras el éxito de nuestras fuerzas armadas en Alepo y la interrupción de todas las vías de suministro terroristas en los distritos orientales" de la ciudad.

El OSDH, con sede en Londres pero que cuenta con una amplia red de informantes en Siria, añadió que este jueves hubo menos bombardeos aéreos, pero en el sector de Bustan al Basha había importantes enfrentamientos. El ejército sirio controla varios puntos de ingreso al sector y la mitad del barrio, precisó.

La intensa ofensiva del régimen para reconquistar Alepo podría terminar destruyendo totalmente la ciudad hacia fin de año, advirtió este jueves el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

"En un máximo de dos meses, dos meses y medio, el este de Alepo podría terminar totalmente destruido", dijo De Mistura a la prensa en Ginebra.

Éste exhortó además a los 900 combatientes yihadistas de la organización Frente Fateh al Sham (exfrente Al Nosra, brazo sirio de Al Qaida) a que abandonasen el este de Alepo, y les propuso escoltarlos personalmente.

Los rebeldes sirios mantienen alianzas de circunstancia con grupos yihadistas en su combate contra el gobierno. Según Moscú, la tregua del mes pasado, que duró una semana, fracasó porque Washington no cumplió con su parte del acuerdo: instar a los rebeldes a alejarse de los grupos yihadistas.

Desde el 22 de septiembre, los intensos bombardeos en los barrios rebeldes de esta ciudad del norte de Siria destruyeron infraestructuras civiles, entre ellas el principal hospital.

La ofensiva del régimen fue denunciada por las potencias occidentales, que responsabilizan a Rusia y evocan "crímenes de guerra".

Washington decidió suspender sus conversaciones con Moscú, que participa activamente junto al gobierno de Damasco en la guerra en Siria.

Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, se entrevistaron el miércoles para tratar sobre Siria.

Los responsables estadounidenses se esforzaron por subrayar que "las discusiones bilaterales" están suspendidas. Pero que "los contactos persisten", declaró Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.

Rusos y estadounidenses trabajan desde hace varios meses para hallar una solución a la guerra en Siria, en donde el conflicto provocó la peor crisis humanitaria tras la Segunda Guerra Mundial, y ha dejado más de 300.000 muertos desde que comenzó con protestas pacíficas duramente reprimidas, en 2011.

En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, viajaba este jueves a Moscú y el Viernes a Washington para intentar obtener apoyo a un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para un nuevo cese al fuego en Alepo.

Los quince miembros del Consejo estudian desde el lunes la propuesta francesa que contempla además que se permita el acceso de ayuda humanitaria a los barrios sitiados por el régimen, e interrumpa los vuelos de aparatos militares sobre la ciudad, proyecto que Rusia ya declaró que no apoya, al considerarlo "politizado".

En otras regiones de Siria, al menos 29 rebeldes murieron y 20 resultaron heridos el jueves por una explosión en la provincia de Idleb (norte) en la frontera con Turquía, según el OSDH.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla numerosas regiones en el norte y este del país, reivindicó el ataque, según el centro estadounidense de monitoreo de sitios islamistas (SITE).

Los combatientes rebeldes atacados forman parte de las fuerzas que participan en la operación "Escudo del Éufrates", lanzada el 24 de agosto por Turquía en la provincia siria de Alepo y dirigida contra el EI pero también contra las fuerzas kurdas, consideradas como "terroristas" por Ankara.

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