"Alguno puede pensar que el Papa pierde mucho tiempo: hacer tantos kilómetros de viaje para visitar una pequeña comunidad de 700 personas, en un país de 2 millones. Incluso una comunidad no uniforme, porque entre vosotros se habla azerí, italiano, inglés, español. Es una comunidad de periferia", ha dicho improvisando su discurso al final del rezo del ángelus, tras la misa que ha celebrado en el país del Cáucaso, última etapa de su viaje a la región.
En este sentido, ha recordado a los muchos cristianos "valientes" que han tenido confianza en el Señor y "han sido fieles en la adversidad". El Papa ha indicado que en la misa ha querido dar las "gracias a Dios" al tiempo que ha afirmado que en Azerbaiyán tras años de persecución a la fe, esta "ha realizado maravillas".
Por ello, ha invitado a los fieles a que testimonien "con alegría la fe, la esperanza y la caridad, unidos".
Sobre la comunidad de periferia a la que llegó el Espíritu Santo, Francisco ha dicho que "se sentía pobre y perseguida quizá, o dejada de lado" y que es Jesús quien le da "valentía y fuerza para ir adelante y proclamar el nombre de Jesús". El Papa la ha comparado con los fieles católicos de Azerbaiyán y ha asegurado que "el Papa 'pierde tiempo' como lo ha perdido el Espíritu Santo en ese tiempo".
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