LOS SERES HUMANOS PUDIERON HABER CREADO EL DESIERTO DEL SÁHARA

El ser humano pudo haber desempeñado un papel activo en la desertificación del Sáhara, que pasó de tener un exuberante paisaje verde hace 10.000 años a tener ahora condiciones áridas, debido a que comunidades pastorales se expandieron desde el río Nilo hacia el oeste del continente africano.
La desertificación del Sáhara ha sido durante mucho tiempo un objetivo para los científicos que tratan de entender el clima y los puntos de inflexión ecológicos en esas zonas del planeta. Un nuevo estudio publicado en la revista ‘Frontiers in Earth Science’ por el arqueólogo David Wright, de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur), desafía la idea de que variaciones en la órbita de la Tierra o cambios naturales en la vegetación desencadenaron la aridez de esa región.
“En el este de Asia hay largas teorías establecidas de cómo las poblaciones neolíticas cambiaron el paisaje tan profundamente que los monzones dejaron de penetrar tierra adentro”, explcia Wright, quien extrapola este escenario al Sáhara.
Para probar su hipótesis, Wright revisó evidencias arqueológicas que documentaban las primeras apariencias del pastoreo en toda la región del Sahara y las comparó con registros que muestran la extensión de la vegetación de matorral, un indicador de un cambio ecológico hacia condiciones desérticas.
El arqueóloco apunta que las comunidades pastorales comenzaron a aparecer hace aproximadamente 8.000 años en las regiones que rodean el río Nilo y se extendieron hacia el oeste en búsquea de nueva vegetación. Esa creciente actividad agrícola tuvo un importante efecto en la ecología del Sáhara porque a medida que se eliminaban los arbustos por la introducción del ganado aumentaba el albedo (la cantidad de luz solar que se refleja en la superficie terrestre), lo que a su vez influyó en las condiciones atmosféricas para reducir las lluvias monzónicas.
Ese debilitamiento de los monzones provocó una mayor desertificación y pérdida de vegetación, promoviendo así un bucle de retroalimentación que eventualmente se extendión por todo el Sáhara moderno.
"Había lagos por todas partes en el Sahara en ese momento y habrá registros de la vegetación cambiante. Necesitamos profundizar en esos antiguos lechos del lago para obtener los registros de vegetación, mirar la arqueología y ver lo que la gente estaba haciendo allí", apostilla Wright.
A pesar de que el Sáhara se desertificó hace varios miles de años atrás, Wright sugiere que las implicaciones de los seres humanos como factores de degradación ambiental y climática son fáciles de ver, puesto que cerca de un 15% de la población mundial vive ahora en regiones desérticas. “Las implicaciones de cómo cambiamos los sistemas ecológicos tienen un impacto directo en si los humanos podrán sobrevivir indefinidamente en ambientes áridos", concluye.

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