Mladenov afirmó el lunes que las posibilidades de reanudar el proceso de paz "son inexistentes", apuntando a la construcción de asentamientos por parte de Israel y la falta de autoridades legítimas en la Franja de Gaza.
En respuesta, la oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha recalcado que "los judíos han estado en Jerusalén, Judea y Samaria --nombre bíblico de Cisjordania-- desde hace miles de años, y su presencia allí no es un obstáculo para la paz".
"El obstáculo para la paz es el intento interminable de negar la conexión del pueblo judío con partes de su territorio histórico y la obstinada negativa a reconocer que no son extranjeros allí", ha agregado, según ha informado la agencia israelí de noticias JTA.
En este sentido, ha apuntado que "las afirmaciones de que las construcciones judías en Jerusalén son ilegales son absurdas, igual que lo serían que las construcciones estadounidenses en Washington y las francesas en París".
"La demanda palestina de que el futuro estado de Palestino sea limpiado étnicamente de judíos es indignante, y Naciones Unidas debería condenarlo, en lugar de adoptarla", ha remachado.
Según el Derecho Internacional, la construcción de asentamientos por parte de una potencia ocupante en un territorio ocupado es ilegal, si bien Israel diferencia entre los asentamientos a los que ha concedido permiso y los que no, aunque estén igualmente en territorios considerados como ocupados.
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