El Pontífice ha puesto al mártir como modelo y ha subrayado su faceta de padre en un día en que "recuerda con gran afecto" a todos los padres. "A todos los papás, les saludamos con un gran aplauso", ha exhortado el Papa a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
Francisco se ha referido también a las víctimas de las "devastadoras inundaciones" que asolan Perú, a quienes ha asegurado "su cercanía" y su oración "por las víctimas y por quienes se están dedicando a prestar socorro".
En la explicación del pasaje del Evangelio de este domingo, el Papa ha recordado que, pese a que "el agua que da la vida eterna es infundida en el corazón el día del bautismo" hay ocasiones en que este don "se pierde o queda reducido a un mero dato biográfico" y hace falta "recordarlo".
"Quizás andamos en busca de pozos cuyas aguas no nos sacian. Cuando tenemos sed, buscamos en pozos que no tienen agua limpia", ha lamentado.
Por ello, ha hecho hincapié en la importancia no solamente de "saber quién es Jesús" sino de "tener un encuentro personal con Él". "Quizás ya le conocemos, pero no le hemos encontrado personalmente. Sabemos quién es Jesús, pero quizás no le hemos encontrado y no le hemos reconocido como nuestro salvador".
En este sentido, ha destacado la idoneidad de la Cuaresma como un tiempo para "acercarse a Jesús, encontrarle en la oración, en un diálogo de corazón a corazón, hablar con Él y escucharle". "Es una buena ocasión para ver su rostro también en el rostro de un hermano o una hermana sufriente", ha señalado.
Según ha explicado, el encuentro con Jesús permite "renovar la gracia del bautismo" y "descubrir la alegría de convertirse en artífice de reconciliación, en instrumento de paz en la vida cotidiana".
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