LOS LIBROS DE TEXTO SE ENCARECEN UN 1,1% PARA EL CURSO 2016-2017

El precio de los libros de texto para el nuevo curso aumentará un 1,1%, una subida muy similar al incremento del 1,05% experimentado en el ejercicio 2015-2016.
Así lo recoge el informe anual sobre la evolución de Precios de la Asociación Nacional de editores de Libros de texto y Material de enseñanza (anele), que agrupa al 95% del sector y que fue hecho público este martes.
Según Anele, la facturación repuntó en el curso 2015-2016 hasta alcanzar los 45.993.870 euros, con un gasto medio en libros de 102,96 euros por alumno.
A su juicio, este incremento se debe a la implantación de la Lomce, que impuso nuevos manuales en seis cursos (2º, 4º y 6º de Primaria; 1º y 3º de ESO, y 1º de Bachillerato) y, en mucha menor medida, a la recuperación parcial de las ayudas a la compra de libros de texto suprimidas en 2012.
En el presente ejercicio, la Lomce llegará a segundo y cuarto de ESO y a segundo de Bachillerato (los últimos cursos pendientes de su implantación), que serán los únicos en los que la compra de nuevos materiales resulte imprescindible.
En los demás se podrán reutilizar manuales, lo que sumado a la menor necesidad de libros nuevos hace prever cierta contracción de la demanda para 2016, apuntó Anele, que teme una reducción del gasto en línea con lo sucedido en los últimos años.
De los 111,12 euros de gasto medio en libros por alumno en “plena crisis durante 2011” se ha pasado a 102,96 euros en 2015, casi 8,16 euros menos, recalcó.
Del mismo modo, en 2011 se vendieron 7,13 ejemplares por estudiante, frente a los 5,7 libros de media en 2015.
El Informe señala que las editoriales que forman parte de Anele han publicado un total de 33.716 títulos en soporte papel en todas las lenguas oficiales, de los que 11.612 corresponden a libros del alumno, los únicos que son tenidos en cuenta para el cálculo de la evolución de los precios por ser los que inciden más directamente en el gasto familiar.
La edición de libros de texto digitales sigue un ritmo creciente, y cada vez se aproxima más a la de libros en papel.
Sin embargo, la facturación del sector persiste en niveles muy reducidos, debido en parte a la falta de infraestructuras de los centros para utilizarlos y a un cierto infraempleo por parte de los profesores.