Madeira, la "perla del Atlántico", arrasada por los incendios

La turística isla portuguesa de Madeira, conocida como "la perla del Atlantico", se ha visto duramente golpeada por devastadores incendios que han llegado hasta su capital, Funchal, dejando tres muertos y dos heridos graves, y forzando la evacuación de un millar de personas.

"Es con el corazón encogido que asisto a lo que ocurre en Madeira (y en otros puntos del país", señaló el futbolista Cristiano Ronaldo, el más célebre de los nativos de esta isla.

"Mucha fuerza a todos y gracias a los bomberos que tienen el coraje de arriesgar sus vidas para salvar tantas otras", añadió la estrella del Real Madrid y campeona de Europa con Portugal el pasado julio.

Mientras que la situación parecía controlada en Madeira el miércoles por la noche, en el norte del territorio continental portugués las llamas seguían haciendo estragos.

El gobierno portugués solicitó durante la jornada la ayuda de los otros Estados europeos y el Mecanismo europeo de protección civil "ha sido formalmente activado", señaló a la AFP un responsable del ministerio del Interior.

Así fue puesto a disposición de Portugal un avión "bombardero de agua" italiano, que se sumará a los dos aviones Canadair destacados por España, en virtud de un acuerdo bilateral entre los vecinos ibéricos.

Asimismo, Marruecos también se mostró dispuesto a ceder dos aparatos Canadair suplementarios, anunció la titular de Interior, Constança Urbano de Sousa.

En Madeira, las tres víctimas mortales perecieron en sus inmuebles, cerca del casco histórico de Funchal, la capital regional, alcanzada por las llamas el martes por la noche.

Un hotel situado en la parte alta de la ciudad quedó destruido y otros eran pasto de las llamas.

"Evacuamos por precaución a nuestros 140 clientes", que pasaron la noche en un estadio del oeste de Funchal, precisó. "La situación se ha calmado esta mañana y los clientes están volviendo poco a poco al establecimiento", explicó a la AFP Ricardo Correia, un responsable del hotel Castanheiro, en el barrio histórico de Funchal.

Situado a unos 500 kilómetros de la costa de Marruecos, el archipiélago portugués de Madeira atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos o alemanes.

"Unas mil personas tuvieron que ser evacuadas de casas y hoteles, lugareños y turistas", indicó el alcalde de Funchal, Paulo Cafofo, citado por la agencia Lusa.

Trescientas personas fueron alojadas en el estadio de Barreiros y otras 600 en un cuartel del ejército portugués, donde duermen en catres.

"Todos los turistas evacuados fueron realojados", afirmó el miércoles la presidenta de la Asociación de Comercio e Industria de Funchal, Cristina Pedra, citada por Lusa.

"La situación es difícil", pero los turistas "se mostraron comprensivos y no hemos registrado anulaciones de reservas", añadió.

Los bomberos trabajaron toda la noche para proteger el casco antiguo de Funchal.

Lisboa envió un refuerzo de 120 efectivos compuesto por bomberos, médicos y gendarmes; mientras que el archipiélago portugués de las Azores, en el Atlántico, mandó otros treinta.

Llegado a la isla por la noche, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa alabó "el coraje de la población, la eficacia de los servicios de rescate y la solidaridad mostrada por todos".

Por su parte, el primer ministro Antonio Costa llegará a la isla el jueves.

En Portugal continental, debido a los importantes incendios registrados desde el pasado fin de semana, la alerta por fuego seguirá siendo entre "muy elevada" y máxima" hasta el viernes.

El miércoles por la noche, cerca de 2.700 bomberos seguían combatiendo una docena de grandes incendios.

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