Maeztu dice del amianto en colegios que "hay que quitar la alarma porque está en juego el derecho a la educación"

El Defensor del Menor en Andalucía, Jesús Maeztu, ha afirmado este viernes en relación a la presencia de partículas de amianto en un suelo cercano a un aula de un colegio público Reggio de Puerto Real (Cádiz) y en otros centros docentes de Rota y Jerez de la Frontera--sobre lo que ha abierto una queja de oficio-- que "tenemos la obligación de quitar la alarma porque está en juego el derecho a la educación".

En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Maeztu ha explicado que el pasado martes tuvo conocimiento por los medios de que en un colegio público Reggio de Puerto Real (Cádiz) "había aparecido alguna situación de desprendimiento de alguna partícula de amianto, y que posiblemente dos colegios de Rota y Jerez podrían estar en la misma situación".

"Esto creó un alarma --continúa- y ese mismo martes abrimos una investigación de oficio y nos hemos dirigido a la delegada territorial de Educación en Cádiz para ver en qué situación se da el colegio Reggio, qué informe técnico va a haber sobre el amianto y si el peligroso" porque ha creado "una alarma que va a influir tanto en los diez días que quedan de curso como en el proceso de matriculación del próximo año", señala.

En este sentido, Maeztu recuerda que "hay un periodo para ir quitando este producto de todas las instalaciones que es hasta 2030", pero "esto ha precipitado un poco la situación", reconoce. Por tanto, apunta que desde la Defensoría se hará "un informe que sea riguroso", ya que el Defensor "tiene la obligación de ser lo más riguroso posible, porque entre la alarma y decir que no pasa nada hay un espacio de incertidumbre que va a hacer que los niños no vuelvan a matricularse por si las moscas".

Por tanto, Maeztu insiste en que se va a hacer una investigación "rigurosa", toda vez que ha indicado que este jueves "se firmó la aceptación de unas 80 quejas más de los padres del colegio Reggio". "El equipo de menores y de educación va a estar muy vigilante para tener una posición imparcial y rigurosa", ya que "tenemos la obligación de quitar la alarma porque está en juego el derecho a la educación", concluye.