Seis niños han muerto este fin de semana a causa de la explosión de una mina antipersona que el autodenominado Estado Islámico había colocado en una localidad situada al norte de Alepo, la mayor ciudad de Siria, ubicada en el noroeste del país.
Según ha informado la agencia de noticias siria SANA, la explosión tuvo lugar el viernes en la localidad de Darb Hasán, en la frontera entre Alepo y Raqqa. En el momento de la deflagración, había un grupo de niños cerca.
Las fuentes consultadas por SANA han confirmado la muerte de los seis niños. Otros han resultado heridos.
Asimismo, el Hospital Policial de Harasta ha sido objetivo de un ataque con un misil lanzado por los terroristas desde Ghouta Oriental, según la Comandancia de Policía de la zona, aunque en éste ataque no se han registrado víctimas mortales ni heridos, sólo daños materiales.
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